Estudiantes reportan deterioro en instalaciones de Uniatlántico
Llevan tres años en ese estado, según la denuncia.
Baños sin puertas, paredes agrietadas, techos deteriorados, lámparas colgando, puertas dañadas. En esas condiciones los estudiantes de la Universidad del Atlántico, sede Puerto Colombia, solían asistir a la institución a tomar sus clases, antes de que entraran en paro desde el pasado 10 de octubre.
Sofía Vega tiene 23 años y estudia química en Uniatlántico, y si todo sale bien se graduaría el próximo año. Sin embargo, siente un sinsabor. “La universidad tiene una deficiencia económica que se ve reflejada en sus instalaciones, pero sobre todo en la falta de infraestructura y en el deterioro de la misma”, afirma.
Cuenta que ha ido a todas las marchas y a las actividades pedagó- gicas y recreativas desde que entraron en paro. “Me entristece estudiar en esas condiciones. Pero ser testigo de esa realidad es un motor para salir a marchar. Pienso en las nuevas generaciones y no quiero que estudien en las mismas condiciones en las que yo estudiaba”.
Vega recuerda cómo muchas veces tenía que ir de salón en salón para conseguir sillas, porque las que tenían las aulas se encontraban en mal estado. Además, “a veces uno entraba al baño y veía pedazos de concreto del techo tirados en el suelo”.
Los bloques A, B y C son los que presentan mayor deterioro en sus estructuras, de acuerdo con el reporte enviado por Wasapea a EL HERALDO. “Recuerdo que un día mientras hablaba con mis compañeros de clases en el sexto piso, me apoyé un poco a la baranda y sentí como se movió. Un pedazo de concreto cayó al fondo, fue entonces cuando pusieron las mallas, pero no arreglaron el problema”.
Eliana Avilez, jefe de Planeación de la Universidad del Atlántico, dijo que ayer se firmó un contrato por aproximadamente $600 millones para el reemplazo de las barandas de los bloques A, B y C con recursos de la universidad. Agregó que frente al tema presupuestal, el cual aún no se encuentra aprobado, se ha proyectado una partida de unos $4.000 millones para la intervención de nuevos espacios físicos, como la recuperación de laboratorios, ventanería, entre otros. Por otro lado, explicó que “el Departamento de Servicios Generales cuenta con un presupuesto del año de aproximadamente $1.400 millones para atender las averías que se han presentado en cuanto a cambio de sanitarios, fugas, etc., las cuales se han ido resolviendo sobre la marcha. Poco a poco nos hemos ido poniendo al día con el mantenimiento de la infraestructura y la recuperación de la universidad, que estaba muy deteriorada pero que hoy se encuentra en mejor estado”.