Humo de los incendios en California empieza a ahogar a San Francisco
Aumentó ayer a 63 los muertos y 600 los desaparecidos.
SAN FRANCISCO. Las autoridades de San Francisco emitieron ayer una alerta de contaminación del aire por el humo provocado por el enorme incendio que hace una semana se desató en el norte de California y que ha dejado al menos 63 muertos y más de 600 desaparecidos.
Varios cientos de kilómetros al sur, cerca de Los Ángeles, otro incendio terminó con la vida de al menos tres personas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajará a California el sábado, donde se reunirá con las víctimas del siniestro.
El incendio “Camp Fire”, que comenzó el pasado jueves cerca de la pequeña ciudad de Paradise, ha devastado cerca de 57.500 hectáreas y el humo que genera se desplazó hacia el sur y llegó a San Francisco, a más de 200 km al sur de Paradise.
Las escuelas públicas permanecieron cerradas ayer y, a pedido de la alcaldesa London Breed, el transporte público es gratis en la ciudad. Los vuelos en el aeropuerto internacional de San Francisco también se vieron perturbados debido a la reducida visibilidad.
La calidad del aire se deterioró el pasado jueves hasta alcanzar un nivel considerado “muy poco saludable”, dijeron las autoridades sanitarias de la ciudad.
“Quiero que comprendan el caos excepcional al que nos enfrentamos”, dijo en una conferencia de prensa el sheriff del condado de Butte, Kory Honea, para justificar el brutal aumento del número de víctimas.
CONTINúA LA BúSQUEDA. Según explicó Honea anteriormente, algunas de las personas que fueron reportadas desaparecidos pueden haber sido alojadas por familiares o amigos, pero otras pueden haber muerto en el incendio.
Los centros de ayuda se concentran alrededor de Paradise, una ciudad popular entre los jubilados y que quedó casi destruida por el fuego.
En total, 461 socorristas, asistidos por 22 perros especializados en la búsqueda de restos humanos, están recorriendo casa por casa la devastada ciudad.