¡En caída libre...!
Ningún Presidente en la historia reciente del país había empezado su mandato con una aprobación tan precaria. ¿A qué se debe el mal momento de Iván Duque?
Aunque no lo admita en público, el presidente Iván Duque tiene que estar preocupado con los resultados que arrojan las encuestas en sus primeros 100 días de gobierno. No solo preocupado: debería estar muy preocupado. Lo que sucede con el respaldo a su gestión es dramático y hasta alarmante, si se tiene en cuenta el largo trecho que le queda por recorrer.
Según la encuesta de Invamer Gallup, realizada para Caracol Televisión, Blu Radio y Semana, la aprobación de la gestión de Duque cayó al 27,2 por ciento. Ello significa que perdió más de 26 puntos, si se compara con la misma medición que se hizo hace dos meses, cuando arrojó un resultado de 53,8 por ciento de aprobación. Para un gobernante siempre será estimulante mantener su aprobación por encima del 50 por ciento.
Por esa razón, perder más de 26 puntos en algo más de tres meses, cuando se supone que el Presidente está en plena luna de miel con sus electores, es un campanazo de alerta que no puede ser desoído por Duque y sus asesores. No es es normal, ni tampoco es conveniente para un gobierno que apenas se está estrenando. Si eso es así arrancando, ¿cómo será cuando esté a mitad de su mandato y co- mience a sentir el rigor del desgaste natural de su mandato?
Ningún presidente en la historia reciente del país había sufrido un desplome tan estrepitoso. Ernesto Samper celebró sus primeros 100 días en medio del escándalo de los llamados “narcocasettes”, que dieron origen al proceso 8.000, pero aún así su aprobación nunca estuvo por debajo del 50 por ciento. Inclusive su respaldo fue superior al de varios de sus ministros.
Andrés Pastrana, sucesor de Samper, también pasó la prueba ácida de los 100 días, en medio del escepticismo que generaba en millones de colombianos los diálogos de paz con las Farc en la zona del Cagúan. El despeje de cinco municipios ordenado por Pastrana y el desalojo del Batallón Cazadores -dos de sus decisiones más impopularesno lograron amargarle la luna de miel de los 100 días.
Álvaro Uribe gozó siempre de un gran respaldo durante sus dos mandatos. Su propuesta de mano dura a las organizaciones guerrilleras -luego del fracaso del Cagúancontó con la aprobación de la gran mayoría de los colombianos. Durante sus primeros 100 días de gobierno, Uribe alcanzó el 74 por ciento de respaldo. Hasta su ministro de Hacienda, Roberto Junguito, quien presentó una reforma tributaria al Congreso de la República, también estuvo por encima del 50 por ciento de respaldo.
Hasta Juan Manuel Santos -que rompió con Uribe, apenas puso un pie en la Casa de Nariño- estuvo por encima del 50 por ciento de aprobación. Inclusive, en su segundo mandato, cuando se había jugado a fondo con la negociación con las Farc- la encuesta de Invamer Gallup de los primeros 100 días arrojó en noviembre de 2014, un 42 por ciento de aprobación.
Por todo lo anterior es que los resultados de Duque deberían encender las alarmas en la Casa de Nariño y en todo su staff de asesores. Aunque Duque afirmó en entrevista que concedió a Blu Radio que el desgaste es producto de “haber tomado decisiones responsables”, lo cierto es que los demoledores resultados le están dejando muy poco margen de maniobra para sacar adelante iniciativas muy impopulares, como es el caso de la Ley de Financiamiento, que aspira a gravar con IVA productos de primera necesidad que hacen parte de la canasta familiar.
Con tan poco respaldo popular y sin contar con mayorías en el Congreso, la gobernabilidad de Duque empieza a verse seriamente comprometida, pues a ello hay que sumarle el hábil manejo político que le están dando sus opositores −en especial Gustavo Petro− a la inconformidad de estudiantes de universidades públicas y organizaciones sindicales.
Pero como si todo lo anterior no fuera suficiente, hasta dentro del Centro Democrático -su partido- comienzan a escucharse voces de inconformidad con todo lo que está pasando. Algunos congresistas se quejan del maltrato que reciben por parte de allegados al Presidente, quienes estarían impidiendo un contacto directo con el mandatario, que permita un diálogo franco y sincero. “Nos toca hacer más antesala a nosotros que lo elegimos, que los que no lo eligieron. Nos cancelan entrevistas con el Presidente, diez o quince minutos antes”, me contó un congresista del Centro Democrático, quien pese al inconformismo evidente, sigue firme en su respaldo a Duque. “Es que estoy convencido -me dijo- que el peor Duque, siempre será mucho mejor que el mejor Petro. De eso no tengo dudas”.
¿Cómo se explica la caída estrepitosa de Duque?