El juego y su importancia para la socialización en la infancia
En el Día Universal del Niño, expertos explican que las actividades lúdicas son claves en el desarrollo cognitivo y la relación de los menores con su entorno, entre otros.
Juan David Carrillo, de nueve años, juega a ser un mago. Un pedazo de rama es su “varita mágica”. “Expelliarmus” ,dice lanzando un hechizo que vio en la película de Harry Potter, su favorita.
Para un niño un palo puede convertirse en un caballo y una sábana, que hace de capa, puede darle superpoderes... todo esto por el inmenso alcance de su imaginación.
El juego es fundamental para el desarrollo de la infancia, esto lo confirma el psicólogo Orlando González, docente del programa de Psicología de la Universidad Simón Bolívar.
“El juego es una constante universal, histórica y transcultural de las especies de mamíferos. Su aprendizaje es indispensable ya que ayuda a construir estructuras psicológicas”, explicó.
DÍA PINTADO DE AZUL. Hoy se celebra en el mundo el Día Universal del Niño, fecha instaurada por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, como efeméride de la Declaración de los Derechos del Niño, aprobada en 1959, y la Convención sobre los Derechos del Niño en 1989, siendo esta última el tratado internacional más ratificado de la historia, confirmado en 195 países miembros.
El propósito de la ONU a través de la Unicef es hacer un “llamamiento mundial” para recordar que “todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que hayan nacido”, también reconoce el derecho al descanso, esparcimiento, juego, actividades recreativas y culturales.
En esta campaña 2018 Unicef promueve que los defensores de la infancia se vistan de azul. La actriz Millie Bobby de la serie Stranger Things, es la principal embajadora junto a Orlando Bloom, Liam Neeson, Dua Lipa, entre otros.
JUEGOS Y TECNOLOGÍA. “Un niño puede jugar al fútbol sin pelota”, dice Marcos Venegas, coordinador del programa Licenciatura en Educación Infantil de la Universidad del Atlántico.
“El niño es un ser lúdico que a través del juego construye su mundo. Ellos simbolizan por medio de un objeto, una realidad. De esta manera van construyendo su personalidad. Cualquier elemento lo transforman y pueden divertirse sin necesidad de juguetes muy costosos o aparatos de última tecnología”.
El profesional asegura que en la actualidad los medios tecnológicos son necesarios, pero en la infancia que los menores dediquen la atención solamente a esos objetos puede hacerles perder una de las capacidades trascendentales del juego tradicional: la socialización.
En contraste, Orlando González resalta que las culturas no son estáticas y los juegos se transforman. Esto abarca también los cambios tecnológicos.
“Actualmente hay muchos juegos en celulares y las plataformas web. Es posible que sean cada vez más escasos algunos juegos tradicionales y de barrio; sin embargo, son fundamentales para desarrollar habilidades como la competencia, la resolución de problemas, aprender trabajo en equipo, en juegos colaborativos y a desarrollar una percepción de la capacidad y límites”.
INVESTIGACIÓN. Marina Martínez, docente e investigadora de la CUC, realizó junto a sus redes de colaboración académica un estudio que determinó algunos aspectos relacionados con el tiempo de ocio de los niños frente a la televisión o aparatos tecnológicos.
“Hemos identificado que los niños que pasan mucho tiempo viendo TV o videos en tabletas, lo hacen, por lo general, en compañía de otros niños o solos. Estos infantes han mostrado ser más violentos que quienes ven televisión bajo supervisión adulta. Por ello, es imperante la orientación de los padres y madres de familia aún en estos momentos de ocio, pues los niños están en un proceso de aprendizaje constante y la interpretación que hacen de las situaciones, particularmente de lo que es normal o correcto al momento de relacionarnos, es fundamental para su sano desarrollo socioafectivo”.
Para Martínez, el juego es una experiencia de absoluta necesidad para los niños, puesto que les permite el aprendizaje de normas para el funcionamiento social.
“Les enseña a relacionarse, a seguir reglas, a establecer acuerdos, a resolver conflictos, a confiar en los demás,entre otras habilidades necesarias para la vida en sociedad”.