La nueva 38
Luego de ocho años de estar cerrada, se reabrió al público la carrera 38, una de las principales vías de la capital del Atlántico, que debió ser intervenida luego del desastre invernal de 2010.
Luego de ocho años de estar cerrada, se reabrió al público la carrera 38, una de las principales vías de Barranquilla, que debió ser intervenida después del desastre invernal del año 2010. La importante obra de ingeniería, en la cual se invirtieron $125 mil millones, implicó la estabilización de una superficie de 14 hectáreas, utilizando pilotes, anclajes y muros que servirán de contención en los sectores norte y sur de la vía, además de la pavimentación completa de 700 metros lineales que convierten a la 38 en una moderna autopista de doble calzada y cuatro carriles, complementada con árboles y alumbrado de última generación. Vale la pena recordar que en el momento de la emergencia, la administración llevó a cabo algunas reparaciones que resultaron insuficientes, ya que la ladera de todas formas se vino abajo, taponando la vía y precipitando su cierre definitivo, una decisión necesaria pero traumática, por cuanto dejó aislados de la ciudad a los habitantes del noroccidente y agudizó los problemas de movilidad que Barranquilla no ha sido capaz de solucionar. EL HERALDO pudo constatar que los habitantes de la zona, muchos de ellos damnificados de la emergencia invernal, se enfrentaron con escepticismo a las obras, pensando que la montaña tal vez volvería a caerse con el siguiente aguacero, llevándose de nuevo sus casas, sus negocios y la posibilidad de tener por fin una forma expedita de trasladarse hacia el centro sin tener que triplicar el tiempo empleado en cada trayecto. Por eso resulta invaluable el alivio que experimentaron estos mismos ciudadanos, a lo mejor resignados a su papel de damnificados eternos, luego del acto de entrega oficial de la nueva 38, al cual asistieron el presidente Iván Duque, el alcalde Alejandro Char, la ministra de Transporte, Ángela Orozco, y el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano. El Gobierno nacional y la administración distrital hicieron posible, gracias a una financiación compartida, la culminación de dichos trabajos.
Con la reapertura de la 38, la Alcaldía de Barranquilla, con el apoyo de la administración central, esta vez a través del Instituto Nacional de Vías (Invías), se anota un nuevo acierto, que además de solucionar los asuntos prácticos de movilidad, de prevención de nuevas tragedias y de valorización de predios, hace posible que miles de habitantes de la ciudad puedan beneficiarse de una de las más modernas y seguras vías del país.
Vale la pena recordar que en el momento de la emergencia, la administración llevó a cabo algunas reparaciones que resultaron insuficientes, ya que la ladera de todas formas se vino abajo, taponando la vía y precipitando su cierre definitivo.