La percepción negativa
El último escándalo en el que está inmerso el fiscal general de la nación, Néstor Humberto Martínez, por no denunciar los delitos que supuestamente conocía cuando era asesor jurídico del Grupo Aval, sobre el caso relacionado con la construcción de la Ruta del Sol, era la cereza que le faltaba al postre para que los colombianos sigamos teniendo sobre la justicia del país una percepción negativa y de rechazo de su errático funcionamiento.
Este nuevo escándalo ha tenido tanta repercusión, que ha provocado que muchos sectores hayan alzado su voz pidiendo que la fiscalía se aparte de la investigación del caso de Odebrecht y se nombre un fiscal ad hoc para que prosiga esta investigación en forma prístina, transparente, eficaz y de cara al país. Recordemos que hace aproximadamente más de un año, el país se vio sacudido por los escándalos de corrupción, protagonizados por el exfiscal Gustavo Moreno y algunos magistrados de las altas cortes, sin dejar de mencionar los escándalos de la denominada puerta giratoria, el carrusel de las mega pensiones y la politización de los funcionarios de la Rama Judicial.
La justicia en Colombia es una institución que está posicionada en unos niveles de desprestigio y desconfianza, a lo que no han escapado la Procuraduría, la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia, el Consejo de Estado, el Consejo Superior de la Judicatura y de ahí para abajo los tribunales y juzgados.
Devolverle a nuestra justicia credibilidad y la confianza de los ciudadanos, es una tarea titánica que debemos emprender tanto el Gobierno como los colombianos en general. Valmiro De La Hoz Cantillo