Vamos bien
Vamos bien. Aunque siempre habrá quien se queje y algo critique. Pese al noventa y pico por ciento de aprobación que repetidamente obtiene el gobierno de Alex Char, la contravía es parte de nuestra esencia. Lo acabamos de ver con lo de la inauguración del último tramo de la carrera 38, durante más de cinco años inutilizada e intransitable. La obra quedó súper bien, con pinta de vía de gran capital. Pero surgió la queja. Durante años no pudieron ni acercarse al sector y ahora protestan porque, dicen, no pueden llegar fácil a sus casas, ya que no hay cruces a la izquierda, como no los debe haber en ninguna vía de dos calzadas, y menos en cada esquina. Ocurrió hace más de diez años cuando se inauguró el primer sector de la ampliación de la Circunvalar, que quienes iban al Metropolitano se quejaban porque no podían en ese punto cruzar a la izquierda directo al estadio, sino que les tocaba montarse en la orejas del puente en Murillo. Pero eran vainas del pueblo que ya no somos.
Porque Barranquilla hoy es ciudad, y atractiva. Lo perciben propios y extraños, cachacos y extranjeros quieren venir, auscultar posibilidades de inversión y locación, apreciar en directo el paisaje del Malecón, inigualable espacio público frente al río, solaz a la vez popular y ‘puppy’; nuevos edificios, nuevos hoteles, centros comerciales y establecimientos abarrotados, alegría y optimismo. Atrás quedaron las épocas de lo pobre, lo líchigo, lo añuñío. Retomamos el liderazgo durante muchos años perdido.
Las últimas administraciones han logrado el milagro. Por ello hay que buscar continuidad, que el turno sea de Jaime Pumarejo, porque este posicionamiento no lo podemos perder, hay que impedir que los destructores nos ocupen espacios ya recuperados, para mantenernos, que como vamos, vamos bien.
Coletilla política: La izquierda radical no ha entendido que mientras más obcecados y más insistan en perturbar por sistema, en vez de captar opinión lo que están es abriendo camino a la derecha radical. Ya aburren los Petros los Robledos y los guerrillos con sus absurdas convocatorias a marchas y paros. O sea, van bien.
Coletilla ejecutiva: Pese a las críticas a lo que se evidenciaba como terrible improvisación, finalmente Duque actuó como lo había prometido y como la gente esperaba de él: consultando y consensuando. Está casi lista la ponencia de la Ley de Financiamiento, sin IVA a la canasta familiar, sin gravar las pensiones y arañando de los otros varios rubros. No es solo que se superó la abulia de los funcionarios para innovar, sino que, lo más importante, ¡no se repartió mermelada! Es un buen comienzo que augura un buen desarrollo. O sea, vamos bien.
Coletilla legislativa: Quedó claro que esta vez el Congreso no irá, como antaño, a continuar aprobando abiertamente proyectos dañinos, ni rechazando proyectos claramente benéficos para el país, a cambio de un “pajarito pica aquí”, principal argumento santista. La cosa cambió y anda ahora juicioso analizando y estudiando fórmulas y trabajando por ellas. O sea, vamos bien.