“Escobar perjudicó mi carrera como árbitro”, afirma Jesús ‘Chucho’ Díaz
Jesús Chucho Díaz tenía diez años como árbitro del fútbol profesional colombiano cuando decidió retirarse. “Pablo Escobar me hizo abandonar lo que más me apasionaba”, recuerda el silbato barranquillero tras los 25 años de la muerte del considerado temible capo del narcotráfico.
El 15 de noviembre de 1989 Jesús Díaz había sido designado para estar en el partido entre el Medellín y el América de Cali, en el Atanasio Girardot, al igual que su súper amigo Álvaro Ortega.
Chucho recuerda como una película todo lo que aconteció ese día, cuando caminaba por el Centro de Medellín con Álvaro, y a pocos pasos del tradicional hotel Nutibara se produjo el atentado contra el árbitro bolivarense nacido en el corregimiento de El Roble, municipio del Guamo.
Ortega había sido el central de la confrontación de ida, en el Pascual Guerrero de la capital del Valle. Los ‘Diablos rojos’ ganaron 3-2, Álvaro, cuando faltaban tres minutos para el final le anuló un gol de ‘media volea’ a Carlos Castro, del Poderoso de la Montaña. Esa decisión le molestó a Pablo Escobar, quien ordenó matar al silbato costeño, tal como lo relató alias Popeye, lugarteniente de Escobar Gaviria.
“Le dije a Álvaro que no aceptara ir a Medellín despúés de esa confrontación. Yo vaticiné que lo único que le faltaba a Colombia era que asesinaran a un árbitro. Desafortunadamente no me equivoqué”, sostiene Díaz. La Dimayor escogió al bogotano Orlando Reyes como el central, Ortega, juez de línea 1 y Díaz el 2 para la confrontación de ida ida.