No le han parado bolas.
Contrario de lo que muchos pensaban, la participación de Ángela Ponce, la transgénero española que compite en Miss Universo, no ha sido tan mediática. La controversia que desató su nombramiento fue más que todo en los países de habla hispana, porque en Tailandia muy pocos le han puesto atención. Y mucho menos en esa nación asiática, donde pese a que el 95% de la población es budista, es ampliamente abierta al sexo, pues la sexualidad nunca se ve como un pecado. Es considerada por buena mayoría como la meca del turismo gay en Asia.