Macron aumenta 100 euros al salario mínimo
El gobierno francés anunció medidas para apaciguar las protestas de los ‘chalecos amarillos’ ➲ Bajará impuestos a pensionados y trabajadores.
PARíS. El presidente francés Emmanuel Macron anunció ayer una serie de medidas para apaciguar las protestas del movimiento de los ‘chalecos amarillos’, como el aumento de 100 euros (113 dólares) del salario mínimo, y aseguró que comprendía “en muchos aspectos” su cólera.
En un discurso televisado para tratar de buscar una salida a la crisis de los ‘chalecos amarillos’, el jefe de Estado enumeró varias medidas, entre estas, el aumento del sueldo mínimo en 100 euros mensuales sin costo para el empleador, la exención para los jubilados con ingresos inferiores a 2.000 euros de un reciente aumento impositivo, o el pago de las horas extra “sin impuestos ni cargos a partir de 2019”.
En 2018, el salario mínimo mensual en Francia es de 1.498 euros brutos y 1.185 euros netos (1.701 dólares y 1.344 dólares, respectivamente).
En su esperado discurso, Macron también pidió a las empresas “que puedan” que paguen a sus empleados una prima de fin de año también exenta de impuestos y cargas sociales.
“Queremos una Francia donde se pueda vivir dignamente del trabajo. Pido al gobierno y al Parlamento hacer lo necesario para ello”, dijo Macron antes de anunciar el aumento del salario mínimo.
El mandatario admitió el lunes que sentía “justa en muchos aspectos” la cólera de los manifestantes y que era consciente de haber “herido” a sus compatriotas con ciertas declaraciones, durante unas protestas que se deben a “40 años de malestar que resurgen”.
Al principio de su alocución, Macron condenó la “violencia inadmisible” que se produjo durante las manifestaciones y aseguró que “esta violencia no se beneficiará de ninguna indulgencia”.
MÁS DE 4.500 DETENIDOS. Las fuerzas de seguridad francesas han detenido a 4.523 personas en todo el país desde la primera manifestación, el llamado “acto 1”, el 17 de noviembre del movimiento de los ‘chalecos amarillos’ que reclama más justicia social en Francia, informaron el lunes fuentes policiales.
Solo el sábado pasado, durante el “acto 4” de esta movilización inédita, cerca de 2.000 personas fueron detenidas, marcando así un récord en el país.
La fractura entre los franceses parece cada vez mayor entre una parte de la población que se siente cada vez más pobre y asegura no ser escuchada por las “élites”, y Macron, catalogado como “presidente de los ricos”.
Los ‘chalecos amarillos’ critican así la supresión del impuesto sobre la fortuna, adoptada por Macron al llegar al poder hace 18 meses, una medida consideraba un “regalo para los ricos”.
Ya desde el sábado, tras las manifestaciones de los ‘chalecos amarillos’ en puntos de todo el territorio, el primer ministro había hecho algunas concesiones para ‘restablecer la unidad nacional’.
Pero las expectativas de los manifestantes son cada vez más numerosas, y no les basta que el gobierno haya renunciado a aumentar las tasas a los carburantes, reivindicación original de este movimiento heterogéneo y sin liderazgo.