Todos con ‘Tu papá’
El profesor Comesaña y sus muchachos ya han triunfado: han conseguido demostrarnos lo que se puede lograr con trabajo en equipo, con dedicación, con disciplina, con ganas y, sobre todo, con humildad.
Más de un editorial hemos dedicado últimamente a temas deportivos, y lo hemos hecho desde la convicción de que los deportes son mucho más que una disputa emocionante por una medalla o una exhibición admirable de fortaleza o destreza.
Los deportes tienen además una dimensión social de enorme trascendencia: son plataforma para que el ser humano canalice sus mejores virtudes y elemento aglutinante de la ciudadanía en torno a valores lamentablemente en desuso como el esfuerzo personal, la disciplina y la generosidad.
Hoy nos referiremos una vez más al deporte en este espacio. A uno muy en concreto: el fútbol. Y a un asunto más específico aun: el partido que disputará nuestro querido Junior contra el Atlético Paranaense, en la ciudad brasileña de Curitiba, en el que se definirá al campeón de la Copa Sudamericana de Fútbol.
El encuentro tiene la singularidad de que es la primera vez en sus más de noventa años de historia que Junior llega a una final de un torneo internacional, lo cual ha sido ya una auténtica proeza. Gesta que alcanzará su paroxismo si, como esperamos todos los barranquilleros y seguramente muchos costeños y colombianos, los tiburones regresan a casa con la copa debajo del brazo. Nunca antes se había presentado un escenario semejante, en el que, en una misma semana, el equipo barranquillero se la juega en dos finales: la de la ya citada competencia continental, en Curitiba y, el domingo próximo, en Medellín, la de la Liga colombiana ante un DIM al que goleó 4-1 en el partido en casa.
Esta situación inédita tiene, como es natural, un impacto altamente positivo en el estado de ánimo de los barranquileros, que esperan, como es natural, que ‘Tu Papá’ regrese triunfante de sus próximas dos citas. Existen motivos sobrados para el optimismo, si se considera el momento actual del Junior, con su fútbol desbordante de talento y creatividad pocas veces visto. Sin embargo, pase lo que pase, lo que ya han conseguido el profesor Comesaña y sus muchachos merece toda la gratitud de sus miles de seguidores. Han logrado demostrarnos lo que se puede lograr con un trabajo serio en equipo, con dedicación, con ganas y, sobre todo, con humildad. Viera, Teo, Jarlan, Díaz, Cantillo y el resto de tiburones se han convertido en ejemplo para muchos, en especial para los más jóvenes, en unos tiempos en que no abundan precisamente los modelos a imitar. Deben saber que hoy todos los estaremos apoyando de corazón, porque se han ganado a pulso nuestro afecto. Hoy, en el estadio Arena da Baixada, Junior puede hacer historia si gana su primer trofeo internacional. Y el domingo, en el Atanasio Girardot, puede conseguir la anhelada y muy esquiva octava estrella de la liga colombiana. Pero quizá lo más importante es la huella indeleble que este equipo va a dejar en la memoria colectiva de los barranquilleros por su ejemplaridad, por su buen hacer, por su cohesión y su profesionalismo.
Los tiburones deben saber que todos los estaremos apoyando hoy de corazón, porque se han ganado a pulso el afecto colectivo de los barranquilleros y de muchos colombianos.