“No nos vamos a doblegar ante la narcodictadura”
El último periódico independiente que circulaba en Venezuela anunció su migración total a la web. El pasado viernes 14 de diciembre se publicó su última portada en el impreso.
La escasez de papel en Venezuela ha causado el cierre de al menos 40 periódicos. El último diario independiente que circulaba en el país era El Nacional.
El papel se convirtió en una especie de monopolio en Venezuela. Según Miguel Henrique Otero, director de El Nacional, solo una corporación lo vendía a precio preferencial, pero a los medios afines al Gobierno de Nicolás Maduro. A ellos les tocaba comprarlo a dólar libre, lo que resulta más costoso.
La última vez pensaron que cerrarían en seis meses y les alcanzó para seis años más.
El pasado viernes, luego de 75 años de circulación, apagaron las rotativas y se despidieron del papel para tomarse “un descanso en el camino”.
El 22 de marzo de 2015, en entrevista con EL HERALDO, Otero había dicho que “primero va a desaparecer Nicolás Maduro antes que El Nacional”. Tres años después, su respuesta es la misma y califica este hecho como un paréntesis, porque él cree que volverán al impreso. Por ahora, seguirán en la web.
El diálogo, a través del Whatsapp, ofrece una radiografía del ejercicio de la prensa en Venezuela en la voz de quien ha liderado una cruzada informativa a favor de la libertad de información.
La última portada impresa de El Nacional salió el pasado viernes. ¿En medio de qué situación se toma esta decisión?
La decisión se toma después de batallar con el stock de papel. Esto ha sido un proceso, yo creía que íbamos a durar seis meses , con lo que el Gobierno permitió que nosotros tuviéramos de papel, pero hemos durado seis años gracias a la solidaridad, a los ahorros con los que se pudo sortear parte del déficit del papel y, además, porque racionalizamos el consumo, cortando circulación, paginación y distribución.
¿Cómo hacían para conseguir el papel?
Básicamente el papel se puede conseguir pagando el dólar libre. El problema es que el Gobierno creó un sistema, crearon un monopolio de importación de papel a precio preferencial. La Corporación Maneiro le suministraba a los periódicos papel prensa a dólar preferencial, que era el método competitivo. Pero esta nunca le vendió una bobina a El Nacional. El diferencial cambiario hizo que fuese prohibitivo importar papel directamente aunque se pudiera.
¿A quién le vendía papel la Corporación Maneiro?
La corporación Maneiro solo le vendía papel a los periódicos que son afines al Gobierno.
¿Cómo ha sido la lucha de El Nacional contra el Gobierno?
Esta lucha ha sido perma- nente. El gobierno venezolano decretó la hegemonía comunicacional, que es el modelo cubano a largo plazo. Y por supuesto, El Nacional es el periódico más crítico, el más batallador y guerrero de los medios en Venezuela. Por lo que, la lucha ha sido frontal con el Gobierno. La lucha ha sido muy, muy dura. Claro es una lucha contra todos los medios, no solo contra El Nacional.
¿Cuál es la batalla más dura que tienen ahora?
La batalla más dura que tenemos ahora es la misma que teníamos antes: sobrevivir con un régimen que quiere que desaparezca el periodismo independiente. Nosotros no nos vamos a doblegar, nosotros vamos a seguir haciendo nuestro trabajo. Vamos a seguir informando, denunciando, entregándoles a nuestros lectores, ahora de la web, la información de lo que está pasando.
¿Qué piensa del go- bierno de Maduro?
El gobierno de Maduro es una dictadura, una narcodictadura. No hay ningún valor de la democracia que se respete, ni separación de poderes, derechos humanos, transparencia en los asuntos públicos ni libertad de expresión. Es una dictadura, una dictadura de las más duras.
¿Existe la oposición en Venezuela?
Existe, un poco dividida para la situación que vive Venezuela. Está un poco fuera de foco; pero existe la oposición y tiene líderes muy buenos. Lástima que estén divididos.
¿Cuánto falta para que se acabe esa “dictadura” de la que habla?
No creo que vaya a durar mucho tiempo, porque si el país se revela de manera total no hay manera de que los detengan. Maduro sigue en el Gobierno porque tiene poder como presidente y porque cubanos, colectivos, generales narcotraficantes, las Farc, el Eln y otros grupos ilegales del mundo lo defienden y los protegen. Además, Maduro tiene la Policía Nacional Bolivariana y fuerzas que están ideologizadas, que son represivas, bastantes competentes para que lo protejan; pero no creo que eso vaya durar mucho tiempo.
¿Qué otros momentos críticos ha vivido El Nacional?
Los momentos más críticos han sido cuando nos han agredido físicamente, han agredido a periodistas, a la sede, nos han desatado campañas de difamación terribles. Nos pusieron una bomba, una vez. Fue un hecho increíble. El individuo que puso la bomba fue detenido inmediatamente por la Policía y asimismo fue liberado. Yo creo que es el único terrorista en la historia que lo agarran con las manos en la masa y lo liberan inmediatamente, porque obviamente era un agente del Gobierno.
¿Cómo fueron los últimos días antes del cierre de la versión impresa?
Bueno, la verdad es que todo el mundo intuía que se iba a acabar el papel y la consecuencia de esto era que no íbamos a producir el impreso. La noticia se la dimos a los trabajadores hace muy poco tiempo; pero ellos la intuían. Los últimos días antes del cierre del impreso fueron de tristeza y el día del cierre ellos evocaron ese sentimiento.
¿Volverán al papel?
Claro que volveremos al papel, por supuesto. Eso lo hemos dicho. Esto es un paréntesis, detener el periódico impreso es una consecuencia de lo que ha hecho el régimen. Se acaba el régimen y regresaremos al papel. La rotativa está ahí, esa es una máquina prehistórica que se detiene y se reactiva. Lo que hay que hacer es ponerle aceite y traer papel.
En 2015 en entrevista con EL HERALDO dijo que primero desaparece Maduro antes que El Nacional. ¿Tres años después que dice sobre esto?
Digo lo mismo, primero desaparece Maduro que El Nacional. Nosotros no hemos desaparecido, lo que hicimos fue detener la impresión del periódico. Pero seguimos en la web, seguimos con nuestras edificaciones, con nuestra compañía. ¡Seguimos haciendo El Nacional! Seguimos informando, denunciando, lo que hemos hecho toda la vida. Lo hacemos a través de la web y temporalmente detuvimos el impreso. Primero va a desaparecer Maduro antes que El Nacional, sigue siendo mi frase.
¿Qué retos afrontarán, ahora que solo estarán en la web?
Uno de los retos es que ahora vamos a tener una redacción mucho más grande porque se duplica el número de periodistas que van a trabajar en la web (eran 45, ahora son 90). Eso es lo que va a pasar en el mundo entero cuando la migración hacia internet obligue a los periódicos impresos a prácticamente hacer un periódico digital, el cual sale como un subproducto del impreso. Eso es un reto gigantesco .
Y sobre la censura en Venezuela, ¿qué puede decir?
La poca ventana de libertad de expresión que tenía el periodismo en Venezuela ya la han ido cerrando, queda la web; pero está bloqueada en la mayor parte del país. No hay periodismo impreso, porque por la falta de papel hicieron desaparecer el periódico. En cuanto a la radio y la televisión la tienen absolutamente autocensurada. El periodismo en Venezuela, en estos momentos, es un periodismo totalmente aplastado por un régimen oprobioso y dictatorial.
¿Cómo se ejerce, entonces, el periodismo en Venezuela?
Yo diría que con entusiasmo y con esfuerzo porque el periodismo es una profesión de batalla, una profesión de Guerra. Mientras más nos atacan y tratan de silenciar más nosotros hacemos nuestro trabajo. El Nacional es un guerrero y a los guerreros les cierran una puerta y abren otra. Y ese es el entusiasmo y esfuerzo con el cual nosotros trabajamos.
¿Qué le queda a la nueva generación de periodistas?
Desgraciadamente, la nueva generación de periodistas en Venezuela está prácticamente en la diáspora. En Venezuela no hay fuentes de trabajo para el periodismo. Todavía queda la formación del periodismo combativo; pero la nueva generación de periodistas en Venezuela, lamentablemente, están emigrando a otros países, producto de la desesperación ante el régimen.
Por último, ¿Algo que reconocerle al Gobierno de Maduro?
La verdad es que a este Gobierno no se le puede reconocer nada.