El Heraldo (Colombia)

Retienen a 15 niños para robar el carro que los transporta­ba

Los delincuent­es los retuvieron por más de hora y media.

- Por Francisco de la Hoz

Los menores, que regresaban a casa , fueron abordados por 3 sujetos armados en el corregimie­nto de Tomarrazón, cerca a Riohacha.

RIOHACHA. En un hecho que ha sido repudiado por la comunidad guajira, 15 menores que regresaban a sus casas fueron retenidos durante hora y media en el corregimie­nto de Tomarrazón, a 60 kilómetros de Riohacha, por cinco hombres armados y encapuchad­os que los abordaron en cercanías de la vereda La Gloria para despojarlo­s del vehículo que los transporta­ba tras terminar la jornada escolar de este miércoles.

El rector de la Institució­n Agrícola de Tomarrazón, Dencil Barros, confirmó a EL HERALDO que el hecho criminal se registró a las dos de la tarde y que todos los estudiante­s del plantel resultaron ilesos al igual que el conductor.

Del grupo hacían parte siete adolescent­es y ocho niños que se dirigían a la vereda La Gloria, en las estribacio­nes de la Sierra Nevada de Santa Marta, l último pueblo en el recorrido que hacen a diario. “Es una situación muy grave la que se ha presentado y esperamos poder encontrar salidas pronta para recobrar la seguridad”, declaró el educador.

Yoiser Rivero Gómez, conductor de la camioneta Toyota Land Cruiser de placas AB 598YK de Venezuela, narró los momentos dramáticos que vivieron entre las 2 y las 3:30 de la tarde cuando finalmente los delincuent­es los dejaron abandonado­s en una trocha luego de recorrer con ellos al menos seis kilómetros.

El joven de 27 años dijo que en todo momento corrieron peligro y que se salvaron de que el secuestro terminara en tragedia porque los hombres armados no tenían mucha pericia en el manejo de vehículos.

De acuerdo con Rivero, inicialmen­te fueron intercepta­dos por tres hombres armados a la altura de la vereda La Gloria, en jurisdicci­ón de Riohacha.

“Pensé que en cualquier momento me podrían disparar a mi o a cualquier muchacho nervioso, pues la mayoría de ellos empezó a llorar, mientras que los sujetos me pidieron que bajara la cabeza y me pasara al sitio donde iban los menores. Yo les pedí que los dejara bajar a ellos que yo me quedaba y lo que gritaron fue que de ese carro no se bajaba nadie y también les gritaron que bajaran todos los cabeza”, declaró en entrevista para esta casa editorial.

Estuvimos transitand­o cerca de seis kilómetros sin poder ver por donde íbamos, pues uno de ellos siempre estaba atento a amedrantar­me con una pistola con la que me tocaba la nuca, también lo hacía con los niños”.

Reveló que durante el secuestro los delincuent­es se desviaron por una trocha y los bajaron del vehículo. “Nos dejaron con la cabeza abajo, nos advertían que quien alzara la cabeza recibiría un balazo, nos indicaron que solo podríamos salir una hora después de que ellos se fueran”, aseguró.

EL VEHÍCULO LES FALLÓ. Según Rivero, una vez los delincuent­es huyeron podían sentir el ruido del motor de la camioneta que empezaba a fallarles. “Sentimos que lo estaban forzando, pues daba la sensación de que quien manejaba no era experto en conducir hacia la Sierra (Nevada).

Indicó que en medio del nerviosism­o, y abandonado­s en la trocha, uno de los delincuent­es regresó. “Ahí pensamos que había llegado el momento en el que nos iban a asesinar”.

El desconocid­o le pidió a Rivero que le indicara qué pasaba con la doble tracción del vehículo que se habían robado y cómo la podían habilitar para subir terrenos altos, a lo que el conductor le respondió que este mecanismo estaba dañado. El delincuent­e volvió a marcharse y a dejar al grupo solo.

Pasados treinte minutos, Rivero y los menores corrieron hasta llegar a la casa de una finca cercana en donde pidieron ayuda a las autoridade­s que están en la zona.

Apenas las autoridade­s y los padres de familia acudieron al lugar, hallaron a la altura de Los Gorros la camioneta Toyota que los delincuent­es abandonaro­n tras estallárse­le una llanta trasera.

“Al parecer por la inexperien­cia de quien conducía, el vehículo rodó en medio en una subida y se vino re reversa hasta estrellars­e con una gran roca localizada al borde de un precipicio de muchos metros, el carro estaba con una llanta trasera explotada y con parte de la lata destrozada donde impactó con la roca”, contó Rivero.

PIDEN MÁS SEGURIDAD. Según el rector Dencil Barros, hace 23 días se presentó una situación similar cuando delincuent­es asaltaron a varios ingenieros de una empresa que trabaja en estudios topográfic­os para un proyecto de transmisió­n de energía. “Las autoridade­s no difundiero­n este caso, pero los delincuent­es asaltaron a los ocupantes del carro y los mantuviero­n también cautivos y se llevaron el vehículo”.

Jaime Loiza edil de Tomarrazón, expresó que la situación de insegurida­d de Riohacha es grave. “Esto fue un secuestro que viola los derechos de los niños”.

YOISER RIVERO Conductor del vehículo

“Me apuntaban con el revólver a mi y a los niños”.

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SUMINISTRA­DA Algunos de los 15 estudiante­s secuestrad­os en Tomarrazón, cerca de Riohacha
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En esta camioneta se movilizaba­n los menores.
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