Elecciones, en riesgo extremo
La Misión de Observación Electoral y la Defensoría del Pueblo revelaron que quince municipios de la Región Caribe están en riesgo extremo por agentes de la violencia política.
La llegada de nuevos actores al proceso electoral colombiano se presentaba como una posibilidad de dar cabida en el juego democrático a sectores cuya participación era nula y generar un mejor clima político.
Sin embargo, la paz relativa que se había respirado en las elecciones tras el acuerdo de paz con las Farc se encuentra amenazada en esta ocasión. Por lo visto, las bandas criminales ven a muchos aspirantes como una peligro para sus intereses y su reacción ante ellos es de extrema crueldad. Candidatos a alcaldias, gobernaciones o corporaciones de diferentes formaciones políticas han sido asesinados o amenazados por grupos de distinto signo, en una escalada de violencia muy inquietante.
Cada día surgen nuevos hechos, y como bien lo publicó un detallado informe de EL HERALDO, a un poco más de un mes de las elecciones, siete candidatos a cargos han sido asesinados y se conocen 22 atentados por violencia política. Desafortunadamente las cifras van in crescendo: 402 municipios y 16 áreas no municipales tienen algún riesgo. El Gobierno se ha manifestado contra esta situación, pero no es suficiente la intención. Urge por el bien de la democracia garantizar la seguridad de quienes aspiran a gobernaciones, alcaldías, asambleas, concejos y Juntas Administradoras Locales. Desde los años 50, cuando la violencia política arrasó con miles de vidas en los campos colombianos por el enfrentamiento entre conservadores y liberales, no se recuerdan casos como estos, excepto cuando la guerrilla y el paramilitarismo infiltraron elecciones para imponer candidatos o impedir las jornadas electorales. Se esperaba que la firma del Acuerdo de Paz con las Farc cerrara la alteración del orden público en estas épocas, pero ahora los nuevos agentes de la violencia política son otros y probablemente más feroces. Después del Acuerdo, en 2018 las elecciones presidenciales fueron calificadas como las “más pacíficas del país”. Ahora se conoce la existencia de algunas poblaciones remotas porque aparecen registradas por las nefastas noticias de las muertes de algunos de sus candidatos, elegidos con antelación por las balas asesinas de los grupos criminales. Es hora de asumir con mayor vehemencia la defensa de la democracia por parte del gobierno, de acuerdo con los análisis de la Misión de Observación Electoral y la Defensoría del Pueblo. En la Región Caribe, 11 municipios en Bolívar y 4 en Córdoba están en riesgo extremo. Otros 12 municipios de Bolívar, 7 en Sucre, 15 en La Guajira, uno en Cesar, 8 en Córdoba y 9 en Magdalena están en la categoría de riesgo alto. Cinco municipios en Bolívar, 19 en Sucre, 13 en Cesar, uno en Córdoba, 13 en Atlántico, 3 en Magdalena y uno en San Andrés están en riesgo medio.
El diagnóstico determina que la almendra del problema está en el dominio del territorio por parte de bandas criminales, el Eln y disidentes de las Farc, todos ellos movidos por el combustible del narcotráfico. A todos hay que responderles como lo que son, unos criminales, por mas que algunos aun intenten camuflarse tras motivaciones supuestamente ideológicas o políticas.
El diagnóstico determina que la almendra del problema está en el dominio del territorio por parte de bandas criminales, el Eln y disidentes de las Farc, todos ellos movidos por el combustible del narcotráfico.