El consultorio, la cuerda y la ventana
La imagen muestra el consultorio del que se fugó Merlano. En el círculo se observa, aún amarrada a una pata del mesón, la cuerda que usó la excongresista para bajar del tercer piso. Al fondo, la ventana por la que huyó.
La fuga de Aida Merlano parece de película. La excongresista escapó, a pesar de que un guardia del Inpec la esperó afuera del consultorio odontológico en el que estaba y otro de los guardias estaba afuera de la clínica, según dijo el Inpec. Ella llegó al Centro Médico La Sabana, según esta entidad, a las 11:35 de la mañana de ayer, cuando entró al consultorio y amarró una cuerda roja, no más ancha que una mano, a la pata de uno de los escritorios del consultorio.
La delgada cuerda fue lanzada por la ventana del consultorio. Afuera de la clínica, el ambiente se veía tranquilo. Unos cuantos carros transitaban y, de repente, apareció un motociclista que usaba emblemas de Rappi. La moto se estacionó afuera de la clínica y esperó unos cuantos minutos. Varias personas que pasaban por el lugar se sorprendieron cuando vieron a una mujer cayendo por la ventana. Aida Merlano salió por la ventana del consultorio, como se muestra en varios videos, sujetándose de la cuerda. Al estilo ‘espía secreta’ de las películas de Hollywood, la excongresista se deslizó por la delgada cuerda roja y cayó al suelo. El bolso que cargaba se le cayó del hombro y lo luce, después, en el brazo. Merlano cayó en el andén que está afuera de la clínica. Los transeúntes la observaron y se aprecia, en uno de los videos, la intención de unas personas que se iban a acercar a ayudarla, entre esos un vigilante que luego se queda detenido observando la huida. La exrepresentante condenada se levantó, antes de que la ayudaran, y se le vió un poco consternada, a paso lento, mirando a las personas que tenía a su alrededor, tratando de esquivarlas. Se abrió paso entre ellos, y aún bien peinada, sin hacer ningún mínimo esfuerzo caminó hacia la moto, alzó la pierna izquierda para subirse a ella. Le dio tiempo de ponerse el casco, incluso la moto se quedó detenida por unos segundos más. Dos personas estaban ahí y parecía que le estuviesen diciendo algo. Ellos no ven, estaban concentrados en su operación. La moto arrancó. La excongresista ahora es prófuga de la justicia. JSB