Lobos disfrazados de oveja
Los errores del ministro Guillermo Botero fueron tan graves y dañinos que por ellos la atención de Colombia está concentrada en él y en la muerte de ocho menores de edad, en unas fotos que no corresponden a la realidad y en el “hurto” de ropa interior, cuando todas las miradas deberían estar puestas en los terroristas reclutadores de menores que los usan como escudos humanos, ellos sí que están cometiendo delitos de lesa humanidad, o en el aumento de delitos contra el patrimonio, producto de la cantidad de bandidos que se “desmovilizaron“sin el más mínimo interés de resocializarse, afectando a los muchos que, siendo guerrilleros rasos, sí buscan el regreso a casa y acceder a una vida en paz, o en las disque disidencias de las Farc que siguen, porque nunca lo han dejado de hacer, haciendo actividades de narcotráfico, asesinando y secuestrando a los ciudadanos de bien.
El ministro debió dar un paso al costado desde hace mucho tiempo y salir al menos por la puerta del frente, no por la de atrás vapuleado por la opoAl sición y con su cabeza como triunfo de aquella. Una oposición que, salvo contadas excepciones, condena a un hombre bueno pero errado, como Botero, y guarda silencio frente a los terroristas que siembran coca, que siguen matando líderes sociales y que ninguna voluntad de paz han demostrado tener. Pareciera que la sociedad está llena de lobos disfrazados de oveja, de ciudadanos que han quebrado la ley, pero que siguen haciendo su vida sin consecuencias.
Así mismo, quienes creemos en el gobierno, como yo y otras voces, pedimos cambios en el rumbo del país, es ahora o nunca.
Juan Manuel Santos fue el peor presidente de la historia de Colombia, al igual que Gustavo Petro el peor alcalde de Bogotá, y sus sucesores han sido opacados porque, tanto Iván Duque como Enrique Peñalosa, no han sabido aprovechar las muchas falencias de sus predecesores y convertirlas en triunfos, sino que se han sentado en los fracasos de aquellos sin tener en cuenta que el tiempo pasa para Duque y pasó para Peñalosa, dejando en la ciudadanía la sensación de que el mal de la ciudad y del país no era culpa del otrora líder terrorista o del espantoso premio Nobel, sino de los actuales mandatarios.
Sigo creyendo en el presidente Duque, sigo pensando que es increíble que los malos sean vistos como los buenos de la película, sin embargo, la única forma de escribir de manera correcta la historia es reconocer errores, solucionarlos y avanzar. Este es el momento de hacerlo.
PD. Es claro que todos tenemos derecho a opinar pero cuando se ha sido un criminal de lesa humanidad primero hay que reparar, pedir perdón antes de pontificar. Durante la última semana los ejemplos de cómo opinar siendo lobos disfrazados de ovejas ocupan más de una cuenta de Twitter.
PD2: El próximo 15 de noviembre a las 6:00 pm en el Centro de Convenciones de la Universidad Católica (Cra 13 # 47- 30 piso 2, Bogotá) se realizará la Asamblea Constitutiva del Colegio de Abogados Penalistas de Colombia, quiero aprovechar e invitar a todos los abogados litigantes en las artes del derecho penal a participar.