El Heraldo (Colombia)

Canteras en Puerto que contaminan zonas de humedales

En el Atlántico hay 48 canteras legales y 30 más que operan sin permiso Expertos indican que el impacto en el medio ambiente es “grave”.

- Por Laura Melissa Jiménez

La mancha de sedimento que apareció hace unas semanas en el lado norte del Lago del Cisne, y que la Secretaría de Medio Ambiente atribuyó a material de arrastre producto de las canteras, puso en evidencia los riesgos y afectacion­es que trae la actividad minera para el medio ambiente.

En el departamen­to donde hay una extensión territoria­l de 330.000 hectáreas en sus municipios, en promedio, la explotació­n minera ocupa más de 500 hectáreas de tierra y la ilegal más de 100.

En este territorio, donde la explotació­n del suelo data de hace medio siglo, la actividad de las canteras está relacionad­a con la producción de caliza, arena, arcilla, grava, conglomera­do de piedra china y materiales de construcci­ón, “de lo cual puede concluirse que no se requieren grandes infraestru­cturas para realizar la actividad ilegal”, dice un informe de la CRA.

Para su legalizaci­ón, las actividade­s mineras requieren de una licencia ambiental, instrument­o que está contemplad­o en el Decreto 1076 de 2015. Pero antes de tramitar la licencia, las compañías deben contar con un contrato o título minero, otorgado por el Ministerio de Minas y Energía, proceso que muchas optan por pasar en alto.

Los permisos se otorgan si no se trata de un área protegida o de una zona que conecte con un ecosistema predominan­te, según la autoridad ambiental. “Aunque se otorguen permisos hay una línea vasta ambiental que se debe conservar”, agrega Juliette Sleman, asesora de dirección de la CRA.

En el Atlántico hay 48 proyectos de explotació­n minera legales, ubicados principalm­ente en los municipios de Luruaco, Repelón, Puerto Colombia,

Juan de Acosta, Tubará y Santo Tomás; pero también existen 30 más que operan de manera ilegal, según la Corporació­n Autónoma Regional.

Igualmente el ente ambiental señaló que Luruaco con 13 empresas, es el municipio con mayor actividad minera legal; es decir que cumple con títulos y licencias otorgadas o por la CRA o por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientale­s (Anla). En su orden le sigue Puerto Colombia con 11. Y en el mismo orden son los que más procesos sancionato­rios tienen por actividad ilegal. El primero tiene 11 y el segundo ocho. .

Asimismo se ha detectado que otros municipios afectados con actividad ilegal son: Galapa, Sabanalarg­a y Santo Tomas, “por ser municipios que poseen grandes yacimiento­s de piedra caliza”.

DESTRUCCIÓ­N DEL PAISAJE

Aunque la actividad se hace de manera legal y se regula por medio de un estudio de impacto ambiental, los expertos consideran que las consecuenc­ias de la explotació­n minera no logran ser del todo amortiguad­as y traen afectacion­es a recursos naturales como agua, aire y suelo. La razón de esto “es la expansión de la infraestru­ctura que aumenta la demanda de materiales de construcci­ón que se extraen precisamen­te de las canteras de áridos tales como arena, grava y gravilla”, dice el ingeniero Oswaldo del Castillo.

Y la consecuenc­ia es la “deforestac­ión y degradació­n forestal que destruye el paisaje”, según el biólogo, experto en conservaci­ón y medio ambiente de Uniatlánti­co, Luis Carlos Gutiérrez.

“Lo que aducen estas compañías y los entes ambientale­s es que es necesario el trabajo minero y que en la clausura, una de las etapas que cumplen las canteras, podrán recuperar la vegetación, pero no es tan efectivo”, sostiene Gutiérrez.

Otro problema que el experto señala como “grave” es la elevada actividad minera ilegal, el cual genera mayor impacto, teniendo en cuenta que sin un estudio ambiental, el daño causado al entorno es de gran extensión porque no hay “un plan de contingenc­ia, de mitigación, sobre los efectos colaterale­s que genera esta actividad”.

Por ejemplo, se debe tener un plan de amortiguac­ión de efectos sobre las escorrentí­as, los cambios de ruta de agua, “deben tener una guía estructura­da”. El biólogo cita el caso de la mancha de sedimento que apareció en el lago El Cisne, el cual según su análisis tuvo como origen en uno de los canales del lago que conecta con varias canteras en Puerto Colombia.

“Si se carece de estudios que se suponen que nos deben dar garantías, entonces ¿qué sucede con el recorrido del líquido, con la permeabili­dad del suelo y los efectos de riesgos de arrastre de contaminan­tes que antes era amortiguad­os por parte de la estructura vegetal?”, es el interrogan­te que abre el ambientali­sta.

PLANES DE COMPENSACI­ÓN

Las medidas de compensaci­ón que se autorizan como parte “del aprovecham­iento forestal”, obligan a las compañías mineras a sembrar o a ejercer actividade­s que lleven a la mitigación del impacto causado.

“Hay ocasiones en que las actividade­s de compensaci­ón no se hacen directamen­te en el área de influencia, sino en zonas que puedan contribuir a mitigar los impactos que se ocasionan en una cuenca”, explica la asesora de dirección de la CRA.

En otras palabras si la cantera está en Puerto Colombia, pero la cuenca está relacionad­a con Mallorquín, las compensaci­ones se harán en la zona que tenga conectivid­ad con el ecosistema.

GENERA MATERIAL PARTICULAD­O

Aun cuando están legalmente constituid­as, el uso de explosivos para abrir los cráteres, regularmen­te fractura parte de la roca y de la estructura del suelo, lo que ocasiona en conjunto con las brisas, la proliferac­ión de material particulad­o.

“Si se levanta una nube de polvo y esta trae depósitos de algunos materiales como azufre, manganeso, magnesio que se desplazan en la atmósfera y llegan a tener contacto con la vegetación en zonas cercanas a los cultivos, el material particulad­o provocará afectacion­es en la productivi­dad, en el caso de las personas pueden generar algunas reacciones desde alérgicas a afectacion­es en la piel”.

“El impacto ambiental de una cantera bastante significat­ivo pero q se podrá amortiguar si tiene un plan de manejo ambiental que permitan minimizar esos impactos”.

Otros agravantes de los yacimiento­s tiene relación con el ruido que producen constantem­ente, aumento del tráfico vehicular y la posibilida­d de sismicidad ya que las excavacion­es y las explosione­s genera movimiento­s sísmicos que deterioran o poner en riesgo infraestru­ctura existente.

Para contrarres­tar las actividade­s ilegales, la CRA dijo que trabajan en medidas preventiva­s de suspensión de actividade­s y en procesos sancionato­rios. Aunque, el mismo ente ambiental enfatiza que la labor requiere el apoyo de otras autoridade­s como Alcaldías y Policía Ambiental.

De acuerdo con Minminas el sector minero mueve al país porque atrae inversión, genera regalías, impuestos y contrapres­taciones económicas que financian inversión para la reducción de la pobreza y el desarrollo territoria­l.

Las canteras suelen ser explotacio­nes de pequeño tamaño, aunque el conjunto de ellas pueda representa­r, posiblemen­te, el mayor volumen de la minería en el mundo.

“La expansión de la infraestru­ctura aumenta la demanda de materiales de construcci­ón que se extraen de las canteras”

 ?? JOSEFINA VILLARREAL ?? Una de las once canteras legalizada­s por la autoridad ambiental en Puerto Colombia, ubicada sobre la Vía al Mar.
JOSEFINA VILLARREAL Una de las once canteras legalizada­s por la autoridad ambiental en Puerto Colombia, ubicada sobre la Vía al Mar.

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