Morales convoca a diálogo en Bolivia bajo tensión máxima
El presidente estaba en la cuerda floja acosado por colectivos civiles que protestaban exigiendo su renuncia y por un motín policial que, según él, era un golpe de Estado. “Es un diálogo vacío porque no están los sectores que protestan”. IVáN ARIAS Anali
LA PAZ. El presidente boliviano, Evo Morales, convocó ayer a un diálogo a los partidos políticos opositores, del que excluyó a los poderosos comités cívicos regionales que lo tienen en jaque, en medio de una tensión máxima tras motines policiales y protestas en demanda de su renuncia.
“Convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas en las últimas elecciones nacionales, son cuatro partidos”, dijo Morales en un mensaje desde la base aérea de El Alto, en el que pidió también a los policías que pongan fin a sus motines y retomen las labores de preservar la seguridad.
Morales convocó “con una agenda abierta para pacificar Bolivia”, de manera “urgente” e “inmediata”. E invitó a acompañar el diálogo a la ONU y la OEA, así como a las iglesias.
El país es escenario de protestas multitudinarias, paros y violencia, que ha dejado tres muertos desde los comicios del 20 de octubre, en los que Morales obtuvo la reelección a un cuarto mandato de cinco años, y que la oposición ha denunciado como fraudulentos.
Minutos después de la convocatoria, el expresidente (2003-2005) y principal candidato opositor Carlos Mesa, rechazó la iniciativa: “No tengo nada que negociar con Evo Morales y su gobierno”, señaló el líder de Comunidad Ciudadana.
Aunque Morales accedió a realizar una auditoría, que actualmente lleva a cabo la Organización de los Estados Americanos (OEA), los opositores lo consideraron un acto “unilateral”, y las tensiones se han incrementado.
DIáLOGO VACíO. A las denuncias de fraude y pedidos de renuncia a Morales se sumaron los poderosos comités cívicos, formados por grupos opositores civiles, liderados por Luis Fernando Camacho, de la región de Santa Cruz.
Sin embargo, estos comités no han sido convocados a participar del diálogo que promueve Morales.
Entre los invitados, el dirigente Rubén Costas, del partido Bolivia Dijo No, también declinó la invitación: “No acudiré al diálogo”, dijo.
Los otros dos partidos convocados son el partido de Morales, Movimiento al Socialismo (MAS), y el opositor Partido Demócrata
Cristiano.
El analista Iván Arias consideró que la iniciativa de Morales es “un diálogo vacío, porque no están los sectores que están protestando”.
En la misma línea, el líder cívico Waldo Albarracín, rector de la Universidad
Mayor de San Andrés, cuyo personal y alumnos están movilizados contra Morales, advirtió: “La movilización (...) la está realizando la sociedad civil, no los partidos políticos”.
Por otra parte, el analista político y académico Carlos Cordero consideró “altamente positiva” la convocatoria, pero insuficiente. “Para que sea efectiva el presidente debe considerar que en esta mesa de dialogo deberían estar todos los partidos políticos que participaron en las elecciones, porque hasta el más pequeño tiene 20.000 votos en la espalda”.