DISTURBIOS EN BOGOTÁ.
La Policía reportó 42 civiles y 37 policías lesionados, 36 capturas y 64 estaciones de Transmilenio afectadas En la capital vallecaucana hubo 37 saqueos y se decretó toque de queda.
Grupos de vándalos atacaron, entre otras, las instalaciones del Congreso, el Palacio de Justicia y la Alcaldía de Bogotá, así como el Transmilenio. Fue necesaria la presencia del Esmad para retomar el control en la céntrica Plaza de Bolívar.
Durante la mañana y primeras horas de la tarde de este jueves hubo masivas manifestaciones que arrancaron de forma pacífica en todo el país, en el marco del paro nacional en que trabajadores, estudiantes, educadores, artistas y políticos protestaban contra el Gobierno de Iván Duque, por los anuncios de precarización de los salarios y las condiciones pensionales, pidiendo además el cumplimiento de los pactos del sector educación, a favor de la implementación de los acuerdos de paz y en contra de la muerte de ocho menores en el bombardeo de agosto pasado en el Caquetá.
Sin embargo, tras las marchas, en las que de acuerdo a las autoridades participaron más de 200 mil personas, pero que según los sindicatos fueron más de 10 millones, reducidos grupos de vándalos encapuchados perpetraron destrozos, atacaron e intentaron entrar a las instalaciones del Congreso, el Palacio de Justicia y la Alcaldía de Bogotá, en la Plaza de Bolívar.
Por ello, el Esmad, con agua y gases, desalojó la céntrica plaza, que se encontraba desbordada de manifestantes que incluso llenaban las calles aledañas de la localidad de la Candelaria, que ni la lluvia había podido persuadir, pues sacaron sus paraguas y llenaron con sus colores las imágenes que desde arriba se captaron de los alrededores de la estatua de Bolívar.
Los videos publicados en las redes sociales daban cuenta de los desmanes que se produjeron después de las 4 de la tarde en el Capitolio Nacional, que fue atacado con piedras y palos, al igual que el Palacio de Liévano, donde funciona la sede de la administración distrital. Entre tanto, otros vándalos intentaban romper los vidrios del Palacio de Justicia y hasta la sede de la Procuraduría, a varias cuadras de allí, fue objeto de ataques.
También hubo destrozos en cercanías a la Plaza de Bolívar, donde las fachadas de varios negocios y entidades bancarias fueron violentadas.
Esto hizo que la gran mayoría de manifestantes se retiraran de la plaza y se dispersaran a través del Centro de Bogotá, con la intención de continuar con las marchas.
A la plaza habían empezado a llegar al mediodía desde varios puntos de la ciudad distintas marchas que se organizaron en la capital del país, y pese a la lluvia los integrantes de la protesta habían permanecido gritando arengas y cánticos y levantando sus pancartas.
Iván Torres, teatrero de la Fundación Rayuela, le dijo a EL HERALDO que se manifestaba por el asesinato de los indígenas: “Trajimos 200 nombres de comuneros, guardias y mayores asesinados, hicimos cajones para representar las muertes de los indígenas, porque guardias somos todos y sus crímenes nos deben mover a todos a la acción”.
Así mismo, Tania Hortúa, estudiante de licenciatura de matemáticas de la Universidad Distrital, le dijo a este diario que protestaba “porque a la educación superior tienen que entregarle recursos y no son para pagar las demandas del Estado. Ya tenemos una desfinanciación de $12 mil millones y nos van a quitar más plata en vez de hacer justicia”.
Y el valduparense Rómer Díaz, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores, explicó en este medio que marchaba “por la pretensión del Estado de precarizar el salario, la salud, las pensiones, la reforma laboral y pensional y porque quieren criminalizar la protesta social, siendo un derecho fundamental”.
Además de la violencia de manifestantes también hubo violaciones de la fuerza pública. Miembros del Esmad le pegaron una patada a una joven estudiante que al parecer estaba desarmada en las inmediaciones de la Universidad Nacional, donde también se concentraban universitarios en Bogotá, por lo que la Policía inició una investigación interna disciplinaria.
La jornada nocturna en la capital del país terminó con un ‘cacerolazo’ que llenó de ecos toda la ciudad. Los vecinos abrieron las ventanas y puertas de sus casas para manifestar su apoyo al paro.
Entre tanto, la ministra del Interior, Nancy Patricia Gutiérrez, desde el Puesto de Mando Unificado, PMU, en la Dirección General de la Policía, reportó que “durante el transcurso del día se vio una actividad de la protesta pacífica. El país está enterado de la decisión del alcalde de Cali sobre el toque de queda –que también se decretó en Facatativá, Cundinamarca– y lamentablemente tenemos una serie de disturbios en Bogotá que han dañado todo lo que ha sido esta jornada”.
Por su parte, el director de la Policía, general Óscar Atehortúa, informó que hubo actuaciones vandálicas especialmente en Cali y Bogotá. “Hay 37 policías lesionados en Cali, Bogotá, Manizales, Santa Marta, todos trasladados a centros asistenciales; 42 civiles han asistido a centros asistenciales para revisión médica por inhalación de gases y lesiones y contusiones; hemos tenido 35 vehículos afectados, 33 de servicio público, dos de la Policía, una moto incinerada; han afectado cinco estaciones, cuatro en Cali y una en Bogotá; la Policía intervino en 56 ocasiones en el país, sobre todo en Cali y Bogotá, y en Santa Marta, Cartagena, Aguachica, Manizales, Jamundí, Yopal, Santander de Quilichao, Tunja, Pasto, Medellín y Popayán”.
Además, reportó el oficial que 64 estaciones de Transmilenio fueron vandalizadas, cinco estaciones y 19 buses del MIO en Cali resultaron afectados; en Suba afectaron la estación de Transmilenio, el CAI de San Victorino, incineraron contenedores con basura y hurtaron bicicletas del Cade.
En Popayán, agregó, fue necesario intervenir cuando intentaban destruir la Alcaldía, en Cali fueron dañadas además cinco cámaras y un semáforo. “Hubo 37 saqueos en Cali, a locales de Yamaha, D1, panaderías y el Centro Comercial Unicentro; se enfrentaron barras de América y el Deportivo Cali”, dijo.
De igual forma, indicó que se registraron “36 capturados en el territorio nacional, en Cali, Bogotá, Villavicencio, Cartagena, Manizales, Casanare, Bucaramanga, Popayán y Sucre, judicializados por fabricación, tráfico y porte de arma de fuego; violencia contra servidor público; fabricación, tráfico y porte de estupefaciente; obstrucción de vías públicas, daño en bien ajeno y empleo o lanzamiento de sustancias peligrosas”.
Finalmente, fueron conducidas 51 personas a centros de protección “para garantizar su estabilidad emocional y que no siguieran causando daños”.