Congreso de Bolivia debate proyectos de nuevas elecciones
EEUU dijo que Morales debe estar al margen del proceso.
Autoridades dispersaron nueva marcha indígena.
LA PAZ. La policía disolvió ayer una multitudinaria marcha opositora que llegó hasta La Paz con los cuerpos de víctimas de un reciente choque con fuerzas de seguridad, en medio de la discusión en el Congreso a una salida a la crisis mediante nuevas elecciones generales en Bolivia.
Los manifestantes descendieron por miles de la vecina ciudad de El Alto con cinco féretros, en rechazo al gobierno interino de Jeanine Áñez y la represión del pasado martes.
“¡Justicia, justicia!”, clamaban los pobladores de El Alto su paso con los cuerpos en una caminata de unos 15 kilómetros hasta La Paz, capital administrativa del país. En su descenso agitaban la bandera whipala, el ajedrezado y multicolor símbolo de los indígenas bolivianos.
Las autoridades dispersaron la marcha.
El gobierno interino ha negado la responsabilidad militar y policial en las muertes. En un mes de violencia política ya han fallecido 32 bolivianos, al menos 17 de ellos en enfrentamientos con agentes del Estado.
Ante el estallido social, el Congreso busca apaciguar los ánimos mediante el llamado a elecciones y la anulación del proceso del 20 de octubre.
El Congreso analiza dos proyectos que apuntan al mismo fin, uno de Áñez enviado la víspera y el otro presentado por el Movimiento Al Socialismo (MAS), que lidera Morales y que cuenta con mayorías en ambas cámaras.
Oficialistas y opositores deberán acordar nombrar a los siete magistrados del Tribunal Supremo Electoral (TSE) tras la destitución y captura de los antiguos jueces, por la presunta manipulación de resultados a favor de Morales. Luego tendrán que definir la fecha de elecciones y decidir si Morales puede postularse.
Estados Unidos sugirió el jueves al expresidente boliviano permanecer al margen en esas próximas elecciones.