¿Evolución, involución?
El pasado 24 de noviembre se cumplieron 160 años de la publicación de El Origen de las Especies de Charles Darwin, uno de los más grandes aportes a las teorías de la evolución biológica, que nos incluye. Es el libro que inicia el trabajo científico hacia la solución de las tres grandes preguntas de la Humanidad: ¿quiénes somos?, ¿dónde estamos?, ¿para dónde vamos? No sé cuánto hace que mi hermano y colega Carlos Urbina y yo iniciamos un debate acerca de si el ser humano ha evolucionado o, por el contrario, se encuentra en una etapa de regresión a estados más primitivos que expliquen nuestro comportamiento actual, que deja mucho que pensar en cuanto a que sea un paso adelante.
La marcha del 21N en que participamos era un buen escenario para observar a este ser humano actual enfrentando una situación que amenazaba con terminar mal, pero no sirvió de ejemplo para hacer una generalización del comportamiento humano a partir de una muchedumbre que iba a una protesta contra el Estado, porque en estas evaluaciones existe una variable llamada cultura que puede confundir si no se justiprecia, lo de Barranquilla fue paradójico y puede dejar un mensaje equivocado.
Aprovechando estas fechas le digo a mi colega lo que no pude ese día, que el desarrollo de la vida nos ha dado para lo bueno y para lo malo y una de las edades decisivas en nuestro desarrollo, la Edad de los Metales, sirve de ejemplo, fuimos capaces de fundir los metales y lograr un gran desarrollo de utensilios de todo tipo que mejoró la calidad de vida pero, también, es el período en que el ser humano descubre que los metales sirven para hacer armas y, con esto, se da inicio a la barbarie, a la guerra, a la conquista de territorios, al abuso, al sometimiento de unos sobre otros por el poder destructor que otorga un arma.
Con la consolidación de los Estados y las divisiones territoriales y la paranoia de ser atacados por el otro, esas superestructuras de la sociedad se apropian de la guerra, la convierten en una institución y nos la venden como un algo necesario para la defensa de una agresión interna o externa.
Lo que demuestra la Polemología -estudio científico de las guerras y los conflictos como fenómenos sociales susceptibles de ser observados y analizados con el fin de ser prevenidos o resueltos-, es que todas las guerras que han sucedido y suceden en nuestros días a nivel local y mundial, pudieron evitarse. Lo cual nos lleva de nuevo al punto central del debate con mi compadre: si el homo sapiens sapiens, el hombre que sabe que sabe, que tiene una consciencia con la cual pensar y tomar decisiones para favorecer al desarrollo de la Humanidad, ¿por qué es autodestructivo, involutivo si se quiere?
La respuesta está en el manejo de las superestructuras, no en la mayoría de los humanos, es decisión de pocos que afecta a todos, el de a pie no toma esas decisiones.