El último año de la década
Mañana comienza el último año de la segunda década del siglo XXI. Ha sido una década bastante agitada, caracterizada por una revolución tecnológica de grandes dimensiones, el crecimiento acelerado de las redes sociales, avances significativos en la exploración del universo, el ahondamiento de la crisis climática, los ataques terroristas que sacudieron al mundo, la muerte de figuras de la historia mundial como Nelson Mandela, Margaret Thatcher y nuestro nobel Gabriel García Márquez.
Los nuevos tiempos suponen inmensos desafíos para la sociedad y el planeta, en especial, para el vecindario latinoamericano que cierra el 2019 con una fuerte protesta social que está definiendo el rumbo regional. Los movimientos en Bolivia, Chile, Ecuador, Perú y Colombia han dado un nuevo orden a sus procesos políticos y sociales.
En el caso particular de Colombia, el Gobierno tiene el desafío de las brechas sociales, la inequidad y la pobreza, al mismo tiempo que asumir como un asunto prioritario la agudizada polarización que tanto daño le hace a la sociedad.
Hay datos alentadores como el Informe de Desarrollo Humano de 2019, de la ONU, que indica que Colombia ha mejorado en este índice, al pasar del puesto 90 al 79 entre 189 países, pero el mismo organismo advierte las grandes dificultades para que el mundo supere las brechas existentes y otras que han surgido, relacionadas con la tecnología y el cambio climático. Es claro que vivimos en un país absolutamente desigual donde, por ejemplo, el porcentaje nacional de personas en situación de pobreza multidimensional es del 19,6% (2018), y en La Guajira alcanza el 51,4%, cifra muy similar a buena parte de los departamentos costeños.
Con este panorama regional y una amplia expectativa de sus electores, asumen mañana los nuevos alcaldes y gobernadores el timón de las administraciones territoriales regionales. En Barranquilla se han dado pasos importantes para optimizar la calidad de vida de la gente; quedan retos como el lunar de la inseguridad y la falta de cultura ciudadana que frena el disfrute pleno de las obras que cambiaron el rostro de la ciudad y le devolvieron su conexión con el río Magdalena. Estamos seguros de que el alcalde Jaime Pumarejo tiene todas las capacidades requeridas para enfrentar estos retos.
En cuanto al Atlántico, es indudable el liderazgo de Elsa Noguera, que tuvo un desempeño de lujo en la Alcaldía de Barranquilla. La salud, con temas muy específicos como la operación del Hospital Cari y la alta demanda derivada de la migración masiva desde Venezuela; el acceso y la calidad de la educación y el impulso al agro, son algunos frentes que tendrá que atender la gobernadora. El impulso a la RAP Caribe tampoco debe quedar de lado.
Desde la academia seguiremos aportando educación, investigación científica y desarrollos tecnológicos, soluciones que apalanquen el progreso local y nacional, pues confiamos en que el trabajo en alianza es la vía óptima para abrir más posibilidades para una sociedad justa, democrática e incluyente. ¡Feliz 2020!