Bomberos australianos libran batalla contrarreloj
Los bomberos aprovechaban ayer la breve tregua que dieron las temperaturas y, en algunas zonas, la lluvia para controlar los incendios que asolan desde septiembre el sur de Australia antes de una nueva subida de los termómetros para el fin de semana. Los voluntarios, exahustos tras meses de intenso combate al fuego descontrolado, aprovecharon para limpiar la vegetación y realizar quemas controladas antes de una nueva subida anunciada para el viernes. “Realmente se trata de apuntalar la protección para limitar el daño potencial y la aparición de nuevos fuegos en los próximos días”, dice el comisario del Servicio Rural de Bomberos de Nueva Gales del Sur, Shane Fitzsimmons. Las condiciones actuales, según él, son “mucho más favorables” pero “esperamos que vuelvan las altas temperaturas al final de semana”, alerta. Docenas de focos siguen fuera de control en el este del país y se teme que dos grandes incendios en Nueva Gales del Sur y Victoria se junten para dar lugar a un megaincendio sin control. La lluvia dio el lunes un respiro, pero no fue suficientemente intensa como para apagar el fuego y en algunas zonas, incluso dificultó las labores de los bomberos para realizar las quemas controladas. El humo de los incendios se ha percibido en Brasil, Chile y Argentina, a más de 12.000 kilómetros, según anunciaron las autoridades en estos países sudamericanos.