Cierre de fronteras en Sucre y Bolívar por COVID-19
Solo permiten el acceso a alimentos y ambulancias. A la medida se sumó la Alcaldía de San Onofre.
Magangué (Bolívar) y los municipios sucreños de Sampués y Corozal cerraron sus fronteras para tratar de cerrarle el cerco a la expansión del coronavirus en sus poblaciones.
El alcalde de la primera de las poblaciones, Carlos Cabrales Isaac, explicó a EL HERALDO que desde ayer opera un retén militar a la altura del corregimiento de Santa Fe, en reemplazo de la reja que Invías había instalado durante la construcción del puente Roncador que comunica a este municipio con la llamada Depresión Momposina.
“Yo tengo que resguardar la salud de los magangueleños, por eso solo vamos a permitir que ingresen vehículos con alimentos y ambulancias. De resto no hay paso”, declaró el mandatario. También pidió a su comunidad respetar la cuarentena decretada por el Gobierno Nacional.
“La semana pasada más de 5.000 personas permanecieron en las calles cobrando en cinco puntos de pago los subsidios de Familias en Acción y del Adulto Mayor. Encima, aquí la gente se moviliza es en mototaxi, fue un caos que gracias a Dios pasó”, declaró.
Según Cabrales, el bloqueo en la carretera permitirá que al menos 160.000 ciudadanos de otros municipios como Cicuco, San Fernando, Mompox y Margarita, entre otros, accedan a Magangué.
Esta medida -aseguró- es necesaria porque muchas personas no son conscientes de la pandemia. Y las vemos por las calles infringiendo la norma.
Para el alcalde de Magangué, población que supera los 180.000 habitantes, otro de los problemas preocupantes en pleno aislamiento son los 28.000 mototaxistas que circulan en el municipio.
Explicó que si no se adopta el cierre, Magangué estaría a las puertas de una crisis sanitaria por el COVID-19. “No contamos con una variante, la cual evitaría la congestión vehicular en la ciudad, adicional a ello, Magangué
quedaría expuesta al aumento de casos positivos por coronavirus que viene en aumento, especialmente en el interior del país”.
CERO ZENú. La aparición del primer caso positivo de coronavirus en Sucre y en especial en Sincelejo ha encendido las alarmas entre algunos ciudadanos que a mutuo propio han decidido cerrar las entradas de sus poblaciones para evitar la propagación.
Quienes primero lo empezaron a apicar fueron los habitantes del municipio de Sampués, luego lo extendieron a su zona indígena que son 22 cabildos, la rural de Corozal y de Tolú, y en las últimas horas la autoridad municipal de San Onofre adoptó la medida a través de la Circular 006 que restringe la entrada y salida de personas y vehículos, salvo los que están exceptuados por el Gobierno Nacional.
El despacho del alcalde de San Onofre asegura que se trata de una medida “urgente y necesaria” para evitar que el virus se propague en un municipio que no tiene una infraestructura de salud adecuada.
Ferney Hernández, cacique territorial Zenú de Sampués, asegura que la medida preventiva fue informada a la Alcaldía Municipal y esta fue tomada en reunión extraordinaria donde acordaron cerrar el acceso al territorio indígena de los 19 cabildos que están ubicados desde la Troncal.
“Las medidas van acompañadas de la guardia indígena. Se adoptaron 24 horas durante la cuarentena en las entradas y salidas de los cabildos menores entre Sucre y Córdoba. En la entrada a La Negra se cerró la vía con alambrea púa, y varas de madera con un portillo para el ingreso, el control es preventivo e incluye lavado de manos a visitantes y desinfección de las motos con hipoclorito”, anotó el líder de los indígenas.
En el corregimiento Las Llanadas, en Corozal, la misma comunidad cercó los pasos, al igual que lo hicieron en la vereda El Palmar del municipio de Tolú en asocio con los miembros de la Junta de Acción Comunal (JAC).
“Hemos decidido restringir la entrada de ciudadanos que no pertenezcan a nuestro resguardo con el objeto de prevenir el contagio de ese virus. Nos queremos cuidar”, dijeron en Tolú.