¿Cómo están cambiando las formas de educar?
Implementar las clases tanto presenciales como virtuales, volver a la enseñanza del autocuidado y acudir a sistemas educativos más conectados serán, según expertos, algunas modificaciones obligadas cuando termine el aislamiento.
as instituciones educativas en Colombia estaban preparadas para una migración a lo digital?
La crisis por el coronavirus generó una aceleración intempestiva del e-learning en las escuelas del país, una situación que pone a prueba en tiempo récord las competencias académicas, las metodologías e incluso la creatividad de docentes y estudiantes.
Alberto Ballestas es docente de Ciencias Sociales hace 27 años. Para este profesor de la Institución Educativa Distrital José Martí, ubicada en el Barrio Simón Bolívar, en Barranquilla, su trabajo se ha incrementado desde que se inició el Aislamiento Preventivo Obligatorio. El uso de las herramientas tecnológicas ha sido demandante, dice.
“En estos momentos ha tocado echar mano de la creatividad para llegarle a los estudiantes con las actividades. Toca atender grupos de Whatsapp, grupos de jóvenes con conectividad y atender con guías físicas a los que no tienen ninguna herramienta tecnológica. Algunos ya teníamos conocimientos básicos sobre tecnología, pero a otros compañeros les tocó aprender sobre la marcha. Tuvimos algunas capacitaciones entre compañeros para el manejo de plataformas educativas tipo moodle o edmodo”, explica.
Para Ballestas, sin lugar a dudas la pandemia desnudó “la falta de inversión en la educación”, puesto que el sistema no estaba listo para esta nueva realidad.
Según un estudio realizado por el Ministerio de las TIC, el 64% de los hogares en el país tiene acceso a internet y cerca del 72% a teléfonos inteligentes. El 97% de las personas utiliza estas herramientas para comunicarse y el 44% para formarse.
La crisis generada por el coronavirus obligó a rediseñar el plan educativo por el cierre de las instituciones, adaptándose a un proyecto escolar no presencial y acelerando la transición de la educación en línea.
Jorge Valencia, director del Observatorio de Educación de la Universidad del Norte, señala que los principales obstáculos que enfrenta la educación debido a la crisis están relacionados en primera medida con el poco conocimiento que se tiene del nivel de acceso real a tecnologías digitales de todos los estudiantes debido a que “cada familia tiene un perfil diferente en cuanto a tamaño, acceso y conectividad”.
En segundo lugar, asegura que “la capacidad de los docentes en lo que implica una educación virtual o a distancia de calidad, por el momento, ha obligado a forzar un proceso de sustitución de la presencialidad”.
“Aún no se observa una redefinición de la práctica pedagógica de los docentes orientada a la innovación educativa con base en las TIC, este debe ser un proceso deseable a mediano plazo y requiere acompañar a los docentes en su cualificación e implementación”.
El experto explica que a futuro se puede perder “la oportunidad de revolucionar las prácticas de enseñanza en las escuelas y reproducir los obstáculos que ya se tenían a un escenario virtual. Por tanto, la oportunidad de que nuestros niños y jóvenes tengan mayores oportunidades de aprender”.
Para Sandra Muñoz, asesora pedagógica, en la educación es importante tener en cuenta que los medios son elementos claves sobre cómo se transmite y comunica el conocimiento, teniendo en cuenta no solo las estructuras mentales de los estudiantes sino también las estructuras del entorno en que se condicionan.
Para ella, la virtualidad como medio no ha sido efectiva desde el punto de vista cultural y pragmático, debido a que la población “de por sí no ha gozado de un sistema educativo equitativo y real que encaje en los diversos contextos del país” .
Farid Carmona, psicólogo y Ph.D en Ciencias de la Educación e investigador de la Universidad Simón Bolívar, afirma que no se trata solamente de que los sistemas de educación no estaban preparados, sino que en algunos países la conectividad no es la mejor.
“Aquí en Colombia tenemos zonas en las que no hay fluido eléctrico, estas zonas mucho menos tienen internet. Supongamos que haya wifi público, muchos no tienen computador y algunos ni siquiera celular”.
Jorge Valencia recalca que la evaluación es uno de los aspectos más importantes de los procesos de aprendizaje, por tanto deben adecuarse a escenarios de educación a distancia y virtual.
“La primera tarea es retornar el carácter formativo de la evaluación, adecuar estos procesos a un escenario de educación a distancia y virtual requiere de creatividad y flexibilidad por parte de escuelas, docentes, estudiantes y familias. En este punto cabe una reflexión profunda: ¿cómo se dará la retroalimentación de la evaluación en condiciones que obligan a cumplir con estrictas normas de distanciamiento social, si una parte de la población no tiene la posibilidad de acceder a las herramientas digitales para tal fin?”.
¿CAMBIARÁ LA EDUCACIÓN?
Josep María Duart, profesor de los Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalunya dice que ninguna institución educativa estaba preparada para esta situación excepcional en un 100 por ciento.
“Lo que hemos llamado educación remota es una gran experiencia que puede ser la semilla para la transformación definitiva de los sistemas educativos presenciales en sistemas híbridos”.
Para el docente, no se trata de crear sistemas en línea, sino de que estos puedan incorporar espacios de no presencialidad en la formación presencial, siendo más adecuada su implementación en los estudiantes de educación superior, bachillerato y los últimos ciclos de la primaria.
“El uso educativo de la tecnología es apto para todos los niveles, la educación híbrida también; sin embargo, la virtualidad dependerá del nivel de desarrollo competencial y personal del estudiante”, explica.
Valencia indica que se ha demostrado que la autorregulación se desarrolla cerca de la adolescencia, por tanto, es más complejo implementar una educación de esta naturaleza en preescolar y básica primaria.
“Las medidas preventivas se mantendrán por varios meses, en consecuencia, se debe desde ya proyectar una estrategia que combine la educación virtual y a distancia y permita una asistencia mínima en condiciones controladas; es decir, estudiantes asistiendo con estrictas medidas de precaución y solo en aquellas actividades que requieran obligatoriamente el uso de la infraestructura o el acompañamiento presencial de los docentes”, agrega. Por su parte, Muñoz sostiene que con esta situación ya generó una importante modificación en el sistema de educación, pues más allá del recurso tecnológico ha venido cambiando la base estructural del pensamiento.
“Esto ha ocurrido no solo en los sectores educativos sino también desde otras esferas sociales y laborales, pero para que estos cambios sean convenientes se deben también generar mejores condiciones que integren lo positivo que esto tiene. Creo que hoy en día la virtualidad nos ha hecho entender que lo que nos hace ser productivos no depende del cuarto de oficina o de las infraestructuras de las instituciones. Sin embargo,el talento a su vez, necesita la motivación y las condiciones del entorno para que esta sea una realidad equilibrada”.
Carmona agrega que sin lugar a dudas tendrán que verse una serie de transformaciones, no solamente en la forma de llevar a cabo las clases en las escuelas después de la pandemia sino que también debe haber un cambio en la forma de aprender.
“Personalmente hay algo que me preocupa y es el aislamiento social. Por definición el aprendizaje humano y el académico es indiscutiblemente una forma de socialización. Llevará mucho tiempo antes de que podamos sentirnos plenos nuevamente. Recordemos que el ser humano es social por naturaleza, entonces, ¿cómo quedaríamos en ese momento? porque nos estamos comunicando de manera virtual, la socialización implica un elemento empático entre los seres humanos que se genera inicialmente por un contacto directo”.
Carmona destaca además que dentro de las modificaciones debe rescatarse lo relacionado con los autocuidados.
“Epistemológicamente los autocuidados deberían hacer parte de la educación preescolar porque es cuando el sujeto se está conociendo a sí mismo para posteriormente conocer a los demás, entonces debe retomarse porque a su vez tienen que ver con el conocimiento del cuerpo y el conocimiento de los sentimientos, emociones y el entorno más cercano”, concluyó.