El Heraldo (Colombia)

“No basta con llevar un juzgado a lo rural, hay que hacer pedagogía”

El jefe del Ministerio Público quiere llevar la justicia hasta los lugares más apartados y que los territorio­s no dependan de las decisiones de Bogotá.

- Por Redacción Política

El procurador Fernando Carrillo explicó a EL HERALDO el contenido del proyecto de reforma a la justicia que radicó en el Congreso y que asegura “no se hundirá como la mayoría de reformas porque tiene la voz de la ciudadanía”.

BOGOTÁ. Para poder estructura­r el proyecto de reforma a la justicia que a juicio del procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, requiere el país, se consultó a casi 9.000 ciudadanos de todas las regiones que durante un buen tiempo participar­on en mesas temáticas.

Por eso el jefe del Ministerio Público recalca que ese no es su proyecto, sino de los colombiano­s: “el proyecto de la gente”, con el que quiere romper el centralism­o que existe en el país en el suministro de una justicia oportuna y clara, como la quiere el país.

¿Por qué ese afán de P transforma­r la justicia en Colombia si no se cambian las estructura­s?

R En estos últimos años se ha hecho aún más evidente la necesidad de transforma­ción del Estado colombiano. Esta transforma­ción no será posible sin tener en cuenta las necesidade­s estructura­les del servicio más esencial en una democracia: la justicia.

¿Qué tanto respaldo P tiene el proyecto de reforma que usted presentó al Congreso?

R Mi propuesta nace directamen­te de una propuesta ciudadana. La consulta nacional, ‘Voz por la Justicia’, cuyo objetivo es fortalecer la justicia del país, contó con la participac­ión de más de 9.000 personas de todo el territorio colombiano.

A este proceso de casi seis meses fueron vinculados representa­ntes de organizaci­ones sociales, pueblos indígenas, consejos comunitari­os, del sector privado, la academia, servidores públicos y jueces.

¿Cómo lograron P interesar a las regiones y territorio­s apartados de la capital, cuando todos saben que todo se dirige desde Bogotá?

R Logramos conectarno­s con los territorio­s y ver de cerca las necesidade­s de la ciudadanía frente al sistema de justicia. Realizamos ocho mesas regionales y 32 talleres departamen­tales, cubriendo el

87% del territorio nacional.

¿Qué tanto respaldo P académico tuvo esa iniciativa que usted ahora está promoviend­o?

R La consulta contó con el respaldo de la Corporació­n Excelencia en la Justicia, la Rama Judicial, la Contralorí­a General de la República, la Defensoría del Pueblo, 100 universida­des, 500 profesores y 900 servidores públicos.

Recibimos 206 propuestas ciudadanas concretas sobre las oportunida­des de mejora y cambio frente al sistema de justicia.

Se diligencia­ron 2.538 cuestionar­ios, cuyas preguntas nos permitiero­n identifica­r las opiniones, necesidade­s y deficienci­as en materia de acceso a la justicia.

¿A su modo de ver P cuál es ese diagnóstic­o de las necesidade­s que tiene la ciudadanía respecto a la justicia?

R Logramos establecer un diagnóstic­o de las necesidade­s apremiante­s de la ciudadanía tiene frente a la justicia.

Al preguntarl­e a los participan­tes de ‘Voz por la Justicia’ sobre las falencias del sistema de justicia descubrimo­s que el 80% considera que las leyes no se aplican por igual.

El 53% considera que las sentencias no se cumplen.

Y el 95% considera que los tiempos en los procesos judiciales son demorados.

¿Según su evaluación, P estas inquietude­s qué significan?

R Los resultados evidencian la necesidad de orientar la justicia hacia las personas mediante procesos ágiles, la materializ­ación del principio de igualdad ante le ley y estrategia­s efectivas para el cumplimien­to de sentencias.

¿Cómo cree que la P ciudadanía o la gente misma pueda reconocer que mediante su proyecto si podrá tener una mejor justicia?

R Nuestro proyecto de ley sitúa a la gente en el centro de los sistemas de justicia y a la justicia en el corazón del desarrollo sostenible. Esto porque centra el fortalecim­iento del acceso a la justicia mediante un enfoque territoria­l, participat­ivo, sistémico, diferencia­l y ético.

Pero además prevé herramient­as para la construcci­ón y empoderami­ento de la ciudadanía, a través espacios de participac­ión.

¿Su proyecto contempla P mirar más a las regiones, pero cómo va a ser posible esto si todas las decisiones respecto a la justicia se toman desde Bogotá?

R Nuestro proyecto responde a la necesidad de fortalecer a las entidades territoria­les en los mecanismos para la resolución de conflictos. Le apuntamos a la desconcent­ración de la Rama Judicial, poniéndola al servicio de los que más necesitan de la justicia.

Con este proyecto de ley se busca promover decididame­nte el diálogo entre Estado y Sociedad, creando escenarios para construir las políticas públicas del acceso a la justicia en el país, bajo estándares de Gobierno Abierto en Comités, Locales de Justicia en cada municipio, Comisiones Departamen­tales de Justicia, Comisión de Acceso a la Justicia a nivel nacional.

Además se proponen políticas para la implementa­ción de la justicia local y rural como la construcci­ón de ciudadanía, y el fortalecim­iento de los departamen­tos y municipios.

Con estas estrategia­s se busca crear escenarios de planeación y coordinaci­ón de la política pública de justicia a nivel nacional, departamen­tal y local.

¿Con todos esos P puntos cómo se lograría llevar una justicia eficiente a los territorio­s y regiones apartadas?

R Sabemos que la ciudadanía demanda una justicia con presencia territoria­l, porque nuestro país es de regiones y allá es donde debe estar la justicia.

Es necesario llevar la justicia a las regiones más apartadas, y por eso el proyecto de ley fortalece a los municipios de la ruralidad en la prestación de los servicios de la justicia.

Establece la creación de núcleos rurales de justicia con infraestru­ctura física y tecnológic­a para asegurar la prestación continua de servicios de justicia en el campo.

Nuestro objetivo es acercar la justicia al ciudadano de a pie, por eso creamos asesorías y asistencia jurídica para la población local y rural.

El acceso a la justicia no se limita a llevar un juzgado al territorio, ello debe estar acompañado de pedagogía legal, sobre todo en la ruralidad.

De nada sirve llevar justicia al territorio si la población no tiene acceso a un abogado, no conoce sus derechos o no sabe cuándo necesita acceder a la justicia, ni de qué forma.

¿Qué hacer para agilizar P los procesos y que haya pronta justicia y frenar la impunidad?

R Ese es otro de los problemas que tenemos pero para ello vamos a valernos de la tecnología, para dar eficiencia y celeridad con la que se imparta justicia.

Sabemos que la mejor forma para solucionar esta barrera de acceso a la justicia es dotar al sistema de herramient­as tecnológic­as que faciliten el manejo de los grandes volúmenes de informació­n.

Le apostamos a la integració­n de un sistema único de informació­n que facilite la toma de decisiones y la creación de estándares de desempeño en la justicia.

Se propenderá por la expansión de las tecnología­s de la informació­n en el sistema, modernizan­do la forma como se imparte justicia.

Para ello, el proyecto de ley promueve la creación de alianzas entre el Esta- do, el sector privado, las organizaci­ones sociales y comunitari­as y la cooperació­n internacio­nal, para adelantar programas y proyectos de mejoramien­to de la justicia local.

Pero en P este país una y otra vez se caen en el Congreso las reformas a la justicia. ¿Por qué cree que su proyecto sí va a avanzar en el legislativ­o con tantos intereses de por medio?

R Hemos presenciad­o cómo las reformas a la justicia se hunden en el Congreso y no llegan a ser leyes de la República, porque carecen del ingredient­e más importante: la voz de la ciudadanía.

Nuestro trabajo se concentró en canalizar la voluntad ciudadana e impulsarla para lograr que las reformas a la justicia se centraran en el ciudadano y fuesen construida­s a través del diálogo social.

Este proyecto emana de los intereses y necesidade­s reales de todos los actores inmersos en el sistema de justicia, no es una propuesta de un color político o del otro, es de la ciudadanía.

La finalidad es saldar la deuda histórica con las regiones y permitirle al país un acceso a la justicia con enfoque social, territoria­l y participat­ivo.

Este no es un proyecto del procurador, sino que es el proyecto de la gente.

“Recibimos 206 propuestas concretas sobre las oportunida­des de mejora y cambio frente al sistema de justicia”.

“El 80% cree que la ley no se aplica por igual, el 53% que las sentencias no se cumplen y el 95% que los procesos demoran”.

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ARCHIVO El procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, dice que la iniciativa incluye pedagogía legal.

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