La Liga del Río
Presento excusas a mis lectores porque últimamente me estoy volviendo un poco monotemático, y aunque procuro intercalar temas diversos, regreso al de la navegación por el río Magdalena hasta la región andina, como una obligación de barranquillero comprometido, porque no logro superar el zarpazo que nos metió el Gobierno nacional, llámese presidente, Ministerio de Transporte, ANI o Cormagdalena, al haber cercenado la anterior APP del Río, en detrimento de la competitividad del país, y de manera directa, de Barranquilla.
Son muchas las voces que con razón repiten que esta no debería ser una cruzada exclusiva de nuestra ciudad, que ha sido la que más ha insistido en el tema, aunque aún de manera impresionantemente mojigata y pusilánime ante el daño que la desidia estatal ha ocasionado a nuestro desarrollo y competitividad desde épocas inmemoriales, sino que debería ser un clamor nacional ya que una segura navegación a lo largo del Magdalena favorecería a Colombia entera. Y eso es absolutamente cierto, pero si a otros no les nace pelear por su desarrollo económico pues será necesario asumir aquí un liderazgo y crear una entidad que yo bautizaría como “La Liga del Río”, con la que se logre la fuerza suficiente para exigir ante el Gobierno central que se le hagan al Magdalena las obras que sean necesarias para garantizar su navegabilidad desde Barranquilla hasta Puerto Salgar y La Dorada, procurando vincular a esta “liga” a los alcaldes de las poblaciones puertos, a los gobernadores de los departamentos en los que estas se encuentran, a los congresistas de esos departamentos, a sus Cámaras de Comercio, representantes gremiales, universidades, periodistas, fuerzas vivas, en fin, un bloque con suficiente voz para ser escuchados por el excluyente poder centralista de este país. Sé que no se trataría de una tarea fácil, pero si lograra su cometido, dispararía la competitividad de Barranquilla y le daría una nueva vida económica a una cantidad de poblaciones ribereñas hoy venidas a menos, porque la actividad portuaria es febril y genera un movimiento comercial que contagia de optimismo a sus habitantes.
Algo que debería quedar bien claro para no dejarse confundir con argumentos rebuscados, y hacernos creer que la vaina con el río es más complicada de lo que es, es que esta APP debería ser exclusivamente para garantizar una navegabilidad segura y confiable durante todo el año a lo largo del Magdalena. No incluir en esta el manejo de las aguas residuales de los municipios ribereños, ni la desforestación que afecta al río en su área de influencia, ni nada. Eso que sea resuelto con otros proyectos para no embolatar este. Como cuando se construye una carretera, que no se obliga al contratista a mejorar las zonas cercanas o a mejorar el nivel de vida de los vecinos de la misma, sino simplemente a construir una vía. Y el Magdalena es una vía acuática que no hay que construir, sino simplemente habilitar, y habilitarla bien y toda. Y la “Liga del Río” podría ser el motor que se necesita para lograrlo. ¡Pero habría que hacerlo ya!
Sé que no es esta una tarea propia de “Pro-Barranquilla”, pero quizás sí podría esta entidad diseñar la estrategia adecuada, ya que una Barranquilla con transporte fluvial seguro y económico hasta la región andina, haría mucho más competitiva a la ciudad, y eso facilitaría su promoción ante inversionistas nacionales e internacionales. Es que definitivamente… ¡Hay que pensar en grande!