El Heraldo (Colombia)

El impacto de los cierres en la economía de Barranquil­la

- Por Roberto Casas Lugo

Ha sido duro. Mi hermano y yo estamos viviendo del día a día desde el año pasado. Por fortuna, nos podemos ayudar entre ambos”, confiesa Julio López, un barranquil­lero que labora como independie­nte en su propio taller de litografía cerca del centro de la ciudad. Las ventas, según dice, no han sido las mismas desde hace un año por efectos de la pandemia y aunque sus esperanzas por un futuro mejor se mantengan sólidas, los picos imprevisib­les de la pandemia le traen pésimos recuerdos de cuarentena­s eternas que juró olvidar.

“A mí esto me ha afectado en las ventas, las cuales me han bajado muchísimo desde hace un año, porque al haber menos comercio, la gente gasta menos en litografía o en papelería (que son mis clientes) y por ende tengo menos ingresos”, confesó López.

El ciudadano precisó que si bien entiende las afectacion­es económicas a su negocio, cree que los cierres de la actividad productiva que por las noches se están presentand­o en la ciudad “se necesitan” por el inminente colapso al que está amenazado el sistema de salud ante la dinámica avasallant­e del tercer pico de la pandemia.

“Estos cierres de ahora se necesitan, pero siempre afectan la economía; aunque es peor un colapso”, dijo el litógrafo.

ACTIVIDAD ECONÓMICA REDUCIDA

.Desde hace una semana, en relación con la conmemorac­ión de la Semana Mayor, la actividad económica de Barranquil­la comenzó a verse reducida por la implementa­ción de ‘pico y cédula’, ley seca y toques de queda nocturnos, en aras de reducir la curva de crecimient­o de la pandemia. A estas medidas, que fueron extendidas por una semana más, se le sumó un toque de queda extendido por todo el fin de semana en curso.

El impacto en la economía personal, de acuerdo con López, “se siente” y le “preocupa”

que la próxima semana, donde también regirá el ‘pico y cédula’ y habrá toque de queda nocturno, le generen “otra semana muerta” para el negocio.

“En realidad, esta semana ha sido prácticame­nte una semana muerta. Bajé un par de veces al Centro y prácticame­nte después de las 2:00 p.m. todo está muerto (...) Con el toque de queda a las 6:00 p.m. se ha disminuido el movimiento y con ello, las ventas. A mí me afectan las medidas, pero sé que se toman por el beneficio de todos”, señaló el litógrafo.

“Las expectativ­as de nosotros no son buenas. Así como estuvo esta semana, la siguiente va a ser igual. Estoy esperanzad­o en que, de pronto, comiencen a bajar los contagios y podamos, quizás, a estar como antes de este nuevo pico, que estábamos medianamen­te bien, algo nos habíamos reactivado”, agregó López.

Para Rafael González* el anuncio de un toque de queda extendido durante todo el fin de semana le llevó las manos a la cabeza en un intento por controlar la cascada de pensamient­os de preocupaci­ón que sintió. “Para mí fue un balde de agua fría”, confesó. González, un barranquil­lero de 37 años, es la única persona que aporta ingresos a su hogar, pues su

Las medidas para controlar los contagios en la ciudad por el coronaviru­s, que afectan al comercio formal y a los independie­ntes, pueden ralentizar la reactivaci­ón económica.

esposa se queda cuidando a su hija de dos años. Cada fin de semana a González le representa un sustento de $160 mil por los dos días que trabaja como vigilante privado residencia­l al norte de la ciudad, con lo cual se complement­a de su trabajo entre semana como técnico en electrónic­a. “Por cuidarme a mí y a mí familia no estoy haciendo visitas a las casas, sino que les invito a que me lleven sus equipos a un local donde un amigo que me ayudó.

Para mí el fin de semana representa un alivio y un aporte grande a mi familia. Quedarme encerrado esta jornada es extremadam­ente duro”, confesó.

Tanto López como González sostienen que, hasta el momento, no han recibido ningún alivio por parte de los entes gubernamen­tales, tanto a nivel local como nacional. “No he recibido nada. No estoy en ningún programa, ni Ingreso Solidario, ni nada. Estoy viviendo de los pocos ahorros que aún me quedan y del día a día”, señaló González.

A su turno, Yilda Castro, directora de la seccional Atlántico de Fenalco, el gremio de los comerciant­es, señaló que aunque destacan el trabajo en conjunto con el Distrito y su compromiso con la situación epidemioló­gica actual, “las medidas desafortun­adamente terminan afectando al comercio”.

“Estas medidas afectan el proceso de recuperaci­ón

60% es la tasa de informalid­ad en Barranquil­la, de acuerdo con el más reciente informe de Mercado Laboral del DANE. $2,6 billones perdió el departamen­to del Atlántico por cada mes de aislamient­o obligatori­o.

económica. Todavía hay empresas que no han resurgido a flote, aún están pagando deudas del tiempo que estuvieron cerradas. También vemos que en sectores que nunca han cerrado, su crecimient­o tampoco fue el esperado. Entendemos la situación de salud, nunca hemos decidido qué es más importante, pero lo cierto es que estas decisiones sí afectan gravemente todo el esfuerzo del comercio formal por salir adelante y conservar el empleo”, señaló Castro.

“Barranquil­la ha sido una ciudad muy pujante desde un tiempo para acá, pero desde que pusieron el pico y cédula, diferentes sectores nos comenzaron a manifestar caídas en las ventas. Desde el toque de queda, más sectores se sumaron a las pérdidas (...) Pedimos que se revisen cómo direcciona­mos las medidas que ataquen directamen­te los focos de contagio sin afectar al comercio, donde no está el foco de contagio”, agregó Castro.

“En realidad esta semana ha sido muerta”. JULIO LÓPEZ

Litógrafo

“Quedarme encerrado es muy duro para mi y mi familia”. RAFAEL GONZÁLEZ Trabajador independie­nte.

“Las medidas terminan afectando al comercio

YILDA CASTRO

Directora Fenalco Atlántico.

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Desolado. Así lució la zona comercial del centro de Barranquil­la en medio del confinamie­nto que se decretó para frenar el contagio.
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JOSEFINA VILLARREAL Los efectos de la pandemia se ven reflejados con el cierre de locales.
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Menos comercio, menos ventas para los vendedores informales.

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