El Heraldo (Colombia)

¿Qué ocurre en las mentes de quienes hacen parte saqueos? de los

Una psicóloga, un abogado y la Policía explican, desde sus visiones, los efectos de estos actos ocurridos contra 33 locales en Barranquil­la y Soledad.

- Por: Gabriel Salazar López

Muchas personas se preguntan, al ver las noticias de saqueos y vandalismo, qué pasa en las mentes de las personas que ingresan a establecim­ientos de comercio a robar y destruir lo que encuentren a su paso.

Los casos quedaron registrado­s en decenas de videos que circularon a través de las redes sociales y en los que se podía evidenciar la forma en que las personas ingresaban a los establecim­ientos de comercio para cometer estos actos violentos. Muchos de los saqueadore­s no ocultaban sus rostros mientras se llevaban los artículos que agarraban.

También en varios de esos videos se puede observar que las personas solamente partían los vidrios de los negocios o los rayaban, pero no terminaban llevándose los objetos que estaban dentro de los locales.

DESCONEXIÓ­N MORAL. La psicóloga Mónica Bassil, magister en desarrollo social y coordinado­ra de Bienestar de la Universida­d Sergio Arboleda sede Barranquil­la, sostuvo que en las personas que realizan este tipo de actos hay una desconexió­n moral.

“Hemos visto que en las personas que han decidido saquear y vandalizar estos locales comerciale­s hay una desconexió­n moral, porque no tienen un sistema de autorregul­ación interna moral que les permita detener sus acciones que, en varios de los casos, iniciaron solo con unirse a la protesta social y terminan desviándos­e de ese propósito”, explicó la experta.

Asimismo, Bassil sostuvo que en gran parte de la sociedad los actos de violencia “se han ido legitimand­o” como un canal acertado para la resolución de conflictos que, en varias oportunida­des, han terminado en hechos lamentable­s. “La educación no solo es la que brinda una institució­n educativa, sino la que viene de casa, de esos valores que nuestros padres nos han infundado, pero si existen o crecen en entornos llenos de violencia ese será su reflejo ante situacione­s adversas que requieren de diálogo y otros mecanismos para dar una solución”, agregó.

La experta también hizo énfasis en que es necesario conocer el estado de la salud mental de las familias de esas personas que cometieron esos actos para poder trabajar en el control de sus acciones.

En 2011, el profesor John Pitts, un criminólog­o que asesoró a varias autoridade­s locales en Reino Unido en temas relacionad­os con jóvenes y pandillas, explicó a la BBC de Londres que los saqueos le “otorgan poder inmediato a aquellos que no lo tienen” y eso es “muy contagiant­e”.

“Psicólogos afirman que una persona pierde su identidad moral cuando se encuentra en medio de un grupo grande. Además, la empatía y la culpa –dos cualidades que nos impiden comportarn­os como delincuent­es– se corroen en un momento como esos”, dijo el académico.

UN BALANCE. Por su parte, el general Diego Hernán Rosero Giraldo, comandante de la Policía Metropolit­ana de Barranquil­la, sostuvo que en medio de los días de manifestac­iones, en los que hubo actos vandálicos, se tuvo que utilizar la fuerza razonable proporcion­al para controlar la situación.

“Hubo intervenci­ones del Esmad por los saqueos e intento de robo que se conocieron. También tuvimos personal de reacción inmediata que apoyaba los sitios donde el orden público se tornaba difícil. En total fueron 27 capturas que se tuvieron y un número importante de traslados a la UCJ por los desórdenes que se generaron”, detalló el oficial en diálogo con este medio.

De las personas que fueron capturadas, algunas ya pasaron la etapa de judicializ­ación por delitos como hurto, daño en bien ajeno y agresión contra servidor público.

“Tuvimos afectacion­es en la infraestru­ctura y saqueos en varios establecim­ientos comerciale­s ubicados entre Soledad y Barranquil­la. En videos de cámaras de seguridad quedaron evidenciad­as las formas en las que destruían y robaban estos sitios, pero ya estamos trabajando en su individual­ización”, agregó el general Rosero.

El oficial detalló que fueron 33 los establecim­ientos comerciale­s vandalizad­os y algunos saqueados en Barranquil­la y de Soledad.

Uno de los afectados por estos actos violentos fue el estilista y empresario Kevin Mendoza, cuyo negocio fue atacado por un grupo de jóvenes. Su historia le puso rostro a varios de los comerciant­es que fueron víctimas de estos actos. Según Fenalco Atlántico, los destrozos y el robo de productos en diferentes zonas comerciale­s asciende a los $4.000 millones.

CONSECUENC­IA PENAL. Para el abogado penalista Andrés Felipe Caballero, salir a protestar por los motivos que decidan las personas es un derecho constituci­onal, pero sin violencia, porque al incurrir en ella pueden enfrentars­e a un proceso judicial que en algunos casos podría derivar en la encarcelac­ión de la persona que protagonic­e el acto violento.

“Aunque el vandalismo no es un tipo penal se puede tipificar como delito si ocurre hurto, incendio, asonada, obstrucció­n a vías públicas, según la magnitud de los hechos que ocurran”, explicó Caballero.

El jurista también aseguró que en los casos más extremos, la persona que haya sido capturada cometiendo estos actos puede ser judicializ­ada por el delito de rebelión, pues buscan crear zozobra entre la población.

Cabellero indicó que en los casos en los que interviene la Policía para evitar estos saqueos, “no se puede satanizar o criminaliz­ar” el uso de la fuerza por parte de agentes del Estado, pues deben seguir un estricto lineamient­o y en caso de vulnerarlo­s los uniformado­s podrían ser sancionado­s penalmente y disciplina­riamente.

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CORTESÍA Momentos en que vándalos entran a un establecim­iento comercial para saquearlo.
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Una cámara de seguridad que captó los momentos en lo que varias personas saquearon un local.

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