Conozca cómo potenciar el talento digital de los menores
El uso excesivo de la tecnología en los centennials les puede generar la pérdida de habilidades sociales Expertos dan claves para encontrar un equilibrio.
Fredy sánchez Médico psiquiatra.
“Que interactúen por medios digitales, pero sin abusar ”.
luz karine jiménez Docente y psicóloga.
“Las habilidades sociales impulsan el éxito laboral”.
Cuando se conecta a la red se desconecta de su realidad. Espera que sean las 7 a. m. para empezar sus clases virtuales e iniciar de nuevo su rutina que ejecuta frente a una pantalla todo el día, incluso para llevar a cabo sus deberes. Luego de su jornada escolar su única motivación para entretenerse son los videojuegos.
Son escasos los momentos en el día donde se levanta para comer o ir al baño. Su actividad física es poca en comparación cuando entrenaba varios días de la semana en una escuela de futbol, ahora suspendida por la emergencia sanitaria.
Quema su tiempo jugando y comunicándose con sus amigos o con usuarios de otras partes del mundo.
Cae la noche y en contra de su voluntad “le toca” obedecer el llamado de atención de apagar el ordenador. Ante esta situación su madre manifiesta gran preocupación por el uso excesivo de su hijo de 12 años de estas plataformas. Así como ella, son muchos los padres preocupados por la misma situación.
Ante este panorama, dos expertos ponen en contexto lo que sucede con el abuso de los entornos digitales y su influencia en la interacción social de niños y jóvenes.
DE FRENTE AL PROBLEMA.
Sumergidos en el océano de herramientas digitales que actualmente hacen parte de la cotidianidad, pueden surgir efectos contraproducentes en las personas. Así lo explica Luz Karine Jiménez, psicóloga y docente de la Fundación Areandina, que lidera el proyecto “Habilidades sociales, competencias blandas y su influencia en la empleabilidad de graduados de la facultad de Ciencias Sociales y Humanas y la facultad de Derecho de la Fundación Universitaria del Área Andina”.
Según la experta, la Generación Z – constituida por las personas nacidas después del año 2000 - ha tenido acceso a todo el uso de la tecnología desde sus primeras experiencias. Esto, casi que por naturaleza, ha ocasionado que “los jóvenes estén más en contacto con los dispositivos móviles que enfocados en la interacción con las personas”.
Cuenta la docente que desde la psicología se ha descubierto que esta dinámica viene en constante cambio y los efectos que refleja no son muy positivos, ya que el ser humano es un ser social por naturaleza, y evitar este contacto podría ocasionar cambios en estas habilidades.
Jiménez identificó que gran parte de las relaciones interpersonales de los jóvenes contienen poco manejo de la inteligencia emocional. Esta hace referencia a la interpretación de los estados emocionales, los cuales influyen considerablemente en la vida, es decir, la mayoría de las veces nos “impulsan a que tomemos una decisión”. La profesional resalta que existen personas con un dominio de esta faceta emocional mucho más desarrollado que otras.
Para este punto cita a uno de los autores más reconocidos en este campo, Daniel Goleman, que plantea que la inteligencia emocional, las habilidades de interacción social y las competencias, están directamente relacionadas con el éxito, no solo laboral, sino también social y personal.
“Vemos que los más inteligentes del salón, esos que siempre sacaban buenas notas, no son los que más han triunfado en el ámbito laboral, y la respuesta es que existen unas condiciones diferentes al Coeficiente Intelectual (IQ), entonces esas habilidades sociales juegan un papel fundamental cuando hablamos de las relaciones con el otro”, indicó.
CONFINADOS.
La situación por la pandemia ha provocado que la estancia en los “ecosistemas digitales” interrumpa los procesos de interacción. Por ejemplo, Jiménez como profesora ha sido testigo de cómo algunos entran a las plataformas para las reuniones, ya sean de trabajo o de estudio, sin siquiera dar el saludo de buenos días.
La docente se refirió a que en estas épocas pandémicas el uso excesivo de los dispositivos móviles por parte de los centennials ha desencadenado ciertos comportamientos que impactan negativamente en la formación de una identidad poco asertiva en ellos.
Asimismo, expresó que las pantallas han “disminuido esa carga afectiva que implica una relación interpersonal”, no hay oportunidad de leer rostros y posturas corporales que son señales que permiten entender qué le pasa al otro, por tanto, Jiménez recomienda no perder la empatía hacia los demás.
Desde un sentido más optimista, el ecosistema digital ha contribuido a que algunos adolescentes hayan logrado un mayor desenvolvimiento, fortalecer destrezas y capacidades con miras a los escenarios laborales.
Para el médico psiquiatra Fredy Sánchez, los medios digitales, como una respuesta a la situación del aislamiento, podrían ser un arma de doble filo. “El ser es biopsicosocial, es decir, tiene unos componentes biológicos, psicológicos y sociales (…) Gracias a esa socialización digital se ha podido mantener en una época como esta, podemos conectarnos y nos da la sensación de cercanía, pero todo en exceso es malo”.
Vistas desde el ocio, si las plataformas digitales no existieran “la pandemia hubiese sido espantosa”, anota el médico. Incluso, antes del confinamiento, mucho se hablaba del tiempo que dedicaban niños y jóvenes a los videojuegos y redes sociales, y “cuando ese tiempo sobrepasa ciertos límites se puede pasar a que pierdan las habilidades sociales”.
En temas de salud también tiene una incidencia la tecnología. Por ejemplo, cuando los jóvenes usan muchos los dispositivos empiezan a recibir una enorme cantidad de luz azul que emiten todas las pantallas LED, que a largo