La Guajira y su economía de enclave
La economía de enclave es un modelo productivo que sirve para atraer capitales e inversiones en países en desarrollo y mejorar su balanza comercial, generando una dependencia de mercados extranjeros, lo cual puede ser perjudicial a largo plazo para la viabilidad económica del país. Es un modelo que se aplica en varios países de América Latina, creando una dependencia de estos países con los países inversores.
Este modelo es utilizado por algunas empresas carboníferas que operan en La Guajira como Carbones del Cerrejón y Prodeco, quienes exportan el carbón a los mercados internacionales. Estas empresas han utilizado su capital y su influencia en el gobierno para recibir beneficios y protección en las relaciones obrero-patronales, en las negociaciones de tierras y protección del ambiente.
El multinacional producto de esta economía de enclave, exporta súper ganancias hacia el país de origen o las reinvierte en la misma actividad en lugar de generar actividades nuevas. De igual manera, los insumos manufacturados y la tecnología son principalmente importados de países capitalistas avanzados. Ellos favorecen el desarrollo económico del país de origen de la inversión, pero impide la diversificación productiva y la industrialización del territorio anfitrión.
El modelo clásico, es el de enclave minero, que se ha venido utilizando en La Guajira con la explotación de las minas de carbón y que ha originado quejas por el medio ambiente que a pesar que Cerrejón ha cumplido con su regulación pero las secuelas se notan y una agricultura disminuida que se ve de manera predominante en su entorno. La agricultura y el comercio contribuían con el 70% del PIB departamental y hoy el sector minero contribuye con el 54% de ese PIB, pero con las consecuencias habidas y por haber, aunado al zarpazo del gobierno nacional con las regalías que de manera directa e indirecta contribuía al desarrollo del departamento, así su inversión por años se halla ido a la cañería de la corrupción y se hayan atomizado dichas regalías, pero fue el golpe más certero y más artero a la economía guajira y por ende originó que la economía de enclave colapsara en la minería en esta sección del país.
La economía de enclave no ha beneficiado a La Guajira. Este modelo económico, aunque ha mejorado la balanza comercial del país, genera también una dependencia de mercados extranjeros y a largo plazo va a ser perjudicial para la viabilidad económica de Colombia. También, las economías de enclave llegan a tener las suficientes influencias para lograr que los gobiernos locales les permitan suprimir la resistencia sindical a bajas condiciones laborales. En el caso del Cerrejón, los salarios comparativos con otras explotaciones mineras, en iguales condiciones a nivel internacional han sido relativamente bajos. Este tipo de relaciones entre empresa privado y gobierno suelen vincularse a proteccionismo por parte del gobierno nacional, que suele proteger la inversión realizada. Como en efecto ha venido sucediendo en el Cerrejón, y como decía alguien cuando ve pasar el tren raudo hacia Puerto Bolívar, ahí va la riqueza de nuestro suelo y acá nos quedamos con la miseria y las ilusiones de unos recursos que no volverán.
Este modelo económico no fue el ideal para el desarrollo de La Guajira. Que nos sirva esta experiencia para en los próximos proyectos que se avecinen en el departamento con empresas multinacionales, los dirigentes gremiales puedan negociar el modelo económico que más le beneficie al departamento