SECTOR PRIVADO AYUDARÁ A REPARAR LOCALES AFECTADOS.
Las afectaciones económicas en esa zona comercial podrían calcularse en más de $ 60 millones El mobiliario urbano también fue dañado.
El anuncio lo hizo el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, durante un recorrido por el sector, en compañía de los comerciantes y miembros de su equipo de gobierno.
El comercio de la calle 72 sufrió un nuevo golpe. Los desmanes y disturbios que se registraron durante los últimos días en esa zona del norte de Barranquilla terminaron de hundir las esperanzas de varios propietarios de locales que ya venían registrando afectaciones en sus ventas y servicios, no solo por los embates de la crisis causada por la pandemia, sino por la informalidad y al auge de los centros comerciales que poco a poco han ido desplazando la actividad comercial en esa zona de la ciudad.
Algunas de las fachadas y vitrinas de almacenes — que conservan intacta la esencia del comercio de los años 80 y 90— fueron vandalizadas, acciones que en muchos de los casos ‘lapidaron’ las posibilidades que sus dueños habían puesto para sacar adelante sus comercios.
Un laboratorio fotográfico ubicado en la calle 72 con carrera 47 fue uno de los locales más afectados. Toda la fachada de ese establecimiento quedó destruida por la batalla campal que en esa zona se registró.
“Imagínese, este sector de la economía que con el auge de la tecnología ya había sufrido los primeros embates ha estado en constante reinvención, ya no solo se revelaban fotografías, sino que se hacían fotomontajes y fotoestudios, pero con la pandemia todo eso quedó paralizado, lo que llevó a pérdidas significativas. Ahora hay que sacar dinero de donde no hay para poder levantar las vitrinas”, contó un empleado de la tienda de servicios y productos fotográficos.
EL HERALDO hizo un recorrido por la zona y la rabia, impotencia, silencio y lágrimas eran las constantes expresiones de los propietarios y administradores de los establecimientos que fueron vandalizados y destruidos. La escena era completada por otras personas que recogían los vidrios y realizaban reparaciones en los locales.
“Uno se ha esforzado muchísimo para lograr tener las cosas, no es justo que en menos de dos horas todo se vaya al piso. Lo que no nos hizo la pandemia nos lo hicieron nuestros propios hermanos. Dicen que la pandemia nos hizo mejores personas, pero con esto que veo lo pongo en duda”, señaló Ángela Sarmiento, administradora de una compra-venta de la calle 72.
Una entidad bancaria ubicada sobre la carrera 49 fue la que más resultó afectada por los disturbios de la noche del jueves. Allí no solo vandalizaron la fachada, sino que entraron y se llevaron parte del mobiliario y equipos electrónicos como computadores, teléfonos y cableados. En ese mismo punto los dos cajeros electrónicos fueron dañados.
Aparte de los locales comerciales, los andenes, jardinerías y el mobiliario urbano quedaron devastados. Los semáforos y señales de tránsito fueron reventados.
“Rompieron los andenes para usarlos como armas para atacar a la Policía. Eso no lo hace alguien en su sano juicio”, dijo un adulto mayor que se desplazaba por la zona.
Laura Flórez, administradora del local Bizantini, indicó que las dos jornadas de protesta han llevado a cerrar las puertas del local de forma anticipada, lo que ha afectado las ventas.
“Esta es una temporada muy buena para nosotros, porque es el mes de las madres. Es una situación bastante complicada porque las ventas han bajado. Los clientes no quieren venir por el miedo de quedarse en medio del paro”, dijo.
Agustín Castro, uno de los vendedores ambulantes que se ubica en la calle 72, reiteró que las ventas han sido las principales afectadas por estas manifestaciones violentas.
“El miércoles solo vendí $10 mil y eso solo alcanza para los transportes y el almuerzo. Normalmente yo vendo $50 mil al día”, dijo.
El hombre indicó que la protesta es un derecho de los ciudadanos, pero que se debe ejercer de forma pacífica para evitar afectar al resto de la población.
SOLIDARIDAD. Representantes de los gremios de Asocentro, Fenacoven, Undeco, Asoremo, Asopartes y Asonocturnos se acercaron la mañana de este viernes para presentar su solidaridad a los comerciantes afectados.
La directora de Asocentro, Dina Luz Pardo, indicó que las afectaciones económicas en esa zona comercial podrían calcularse en más de $ 60 millones.
“Los comerciantes tienen temor y se sienten solos, por lo que piden que para eventos similares, a futuro, exista un plan de contingencia que evite que ellos sean los perjudicados”, dijo Pardo.
Por su parte, Yilda Castro, directora ejecutiva de Fenalco Atlántico, señaló que han sido semanas “muy duras para el comercio organizado” y “es lamentable” que estos actos de vandalismo continúen ocurriendo.
“Es triste ver locales comerciales saqueados y destruidos por cuenta de esta situación, en medio de una lucha constante por reactivarse, la cual se hace cada vez más difícil. Reiteramos el llamado al respeto y la sensatez. No más violencia, no más saqueos. Necesitamos unirnos en este gran desafío que nos atañe por la reactivación económica, necesitamos sumar lo bueno para nuestra ciudad y para toda Colombia”, manifestó Castro.
UN BALANCE. Tres personas heridas fue el saldo que dejó los disturbios de los alrededores del estadio Romelio Martinez, de acuerdo con el balance que entregó el comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, general Diego Hernán Rosero. La cifra se obtiene luego de realizar un recorrido por la zona afectada.
“Los ocho establecimientos vandalizados, entre ellos una venta de zapatos, cajeros automáticos, un banco y supermercados, fueron afectados tras los hechos registrados anoche (jueves) a los que les partieron los vidrios y vitrinas”, indicó el oficial.
Precisó, por otro lado, que los heridos, quienes no revisten gravedad, fueron llevados a clínicas cercanas. La información “fue constatada” junto a los representantes de los organismos de control que se encontraban en el Puesto de Mando Unificado.
Sin embargo, Jennifer Villarreal, secretaria de Gobierno Distrital, aseguró que fueron seis los heridos, de los cuales tres fueron dados de alta de manera inmediata y los otros tres estaban en observación .