‘Robertico’ y ‘San Nicolás’, nuevo hogar para 300 comerciantes
Desde ayer, estos dos edificios abrieron oficialmente sus puertas al público, acto que contó con la presencia del alcalde Jaime Pumarejo Heins, quien impulsó el proyecto.
El alcalde Jaime Pumarejo inauguró oficialmente las galerías comerciales, donde los vendedores fueron reubicados tras trabajar muchos años en los andenes del Paseo Bolívar EL HERALDO habló con ellos.
El Paseo Bolívar huele a nuevo por estos días. ‘Robertico’ y ‘San Nicolás’ (conocido como Volpe), dos edificios que durante mucho tiempo estuvieron echados a su suerte y sin ninguna utilidad para la ciudad, volvieron a abrir –¡con todo!– sus puertas. Esta vez lo hicieron por lo grande, completamente ‘vestidos de gala’ y siendo el techo donde, de ahora en adelante, se cumplirán los sueños de más de 300 vendedores que antes ocupaban los andenes de este icónico, nutrido y concurrente sector de Barranquilla.
Los otrora comerciantes informales no caben de la dicha. Se les nota en el rostro, en sus palabras, en sus gestos. Y ahora están que saltan en un solo pie. Hace mucho que –a raíz de su labor– se sentían un motor importante en la economía de la capital del Atlántico al ofrecer una diversidad de productos a precios accesibles, pero su rol nos los llenaba del todo. Les faltaba título, un remoquete más vistoso y un lugar más digno, argumentos más que obvios para que la sociedad los dejara de mirar por debajo del hombro y no valorara del todo su trabajo. Todo por el hecho de desarrollarse en la mismísima calle, la misma calle que así como les daba les quitaba.
Esta vez ya no habrá amarguras ni malos ratos para que les pueda ir bien. Con la habilitación, adecuación y embellecimiento de dos vistosas edificaciones, los comerciantes del Centro podrán tranquilamente vender ininterrumpidamente sin estar pensando en que la lluvia les dañara la materia prima.
Además, lo harán en espacios más cómodos, con bodegas para guardar sus productos y locales limpios y organizados para que el cliente se sienta más seguro y motivado a comprar, una serie de buenas nuevas que los tienen esperanzados para los objetivos que se han trazado a mediano plazo.
“Es una felicidad inmensa. Esperamos 10 años esto y gracias a la gestión del alcalde se nos cumple un sueño que deseábamos hace rato. Este es un proyecto grandísimo que permitirá que las cosas cambien para nosotros los vendedores, ya no tendremos que poner plástico y estar pendiente al agua, sino que será diferente y la vida nos va a cambiar para bien”, manifestó Marcel Caballero.
joaquín cervantes
Comerciante
Un viejo DESEO
Aunque al principio hubo dudas por el cambio, debido a que creían que en la calle les iría mejor, todos los dilemas se despejaron con la llegada de los camiones
marcel caballero
Comerciante
de mudanza. Los más de 300 vendedores que ahora ofrecerán sus productos (ropa, calzado, artículos en cuero, bisutería, celulares y accesorios, electrodomésticos, piñatería y madera country, entre otros) consideran
ruby rivaldo
Comerciante
que “el sueño de ser vendedores formales” ya se les cumplió y están más optimistas para seguir ayudando a sacar adelante a sus familias.
“Recibimos este cambio con optimismo porque
angelo cianci
Secretario de Control Urbano
creemos que el paso de la informalidad a la formalidad nos va a dar no solo la posibilidad de crecer como personas, sino crecer económicamente, ya que a través de la formalización nos ofrecen ventajas como otro tipo de proveedores, más garantías o plazos para el pago de mercancías. Vamos a lograr una mayor estabilidad laboral y financiera”, manifestó Joaquín Cervantes.
“Antes estábamos a la intemperie, pero ahora estamos en unas condiciones mejores. Ahora solo esperamos que las cosas se nos empiecen a dar de poquito. La verdad ha sido un cambio súper positivo”, dijo por su parte Ruby Rivaldo, que tiene su local en la Galería San Nicolás, que antes se conocía como el edificio Volpe (carrera 41 # 32-23).
Esta apertura se suma a la reciente inauguración de La Esquina del Arte, que nació de la reubicación de un grupo de vendedores que ocupaba el espacio público en la carrera 43 entre calles 30 y 34, en la fachada de la emblemática edificación de Bancomercio.
La obra ya está hecha y el cambio ha caído bien para este tipo de comerciantes, que ahora solo esperan que los clientes lleguen masivamente a sus locales y los apoyen en su nueva etapa.
“Vamos a lograr una mayor estabilidad ”.
“Ya la lluvia no nos generará pérdidas. Estoy muy feliz”.
“Es un cambio inmenso para nosotros los vendedores”.
“Las personas van a seguir ejerciendo su actividad”.