El magnicidio más “chambón” del mundo
Hace bien el Gobierno nacional en apersonarse de la situación de los militares retirados detenidos en Haití. La muerte del presidente Moise debe aclararse y con ello debe establecerse la responsabilidad o no de los colombianos en el magnicidio. Hasta el momento son más las preguntas que las respuestas que giran en torno a ese crimen de Estado. Entre las preguntas que vale la pena responder están: ¿Por qué razón quienes fueron contratados para proteger al presidente terminaron señalados de asesinarlo? ¿Cómo es que un comando integrado por militares retirados de excelente preparación terminan cometiendo el más “chambón” de los magnicidios? ¿Quiénes se encargaron de mover los hilos con tal sofisticación y precisión que hoy tienen tras las rejas a 15 militares colombianos retirados y dos muertos? ¿Por qué razón los “mercenarios colombianos” tuvieron varias semanas para conocer varios lugares de Puerto Príncipe y se tomaron fotos en distintos sitios turísticos? ¿Es así como se comportan quienes tienen la misión de asesinar al presidente de Haití? ¿Como así que dichos mercenarios no habían diseñado un plan de fuga –después de “cometer” el magnicidio– a tal punto que llegaron al palacio presidencial una hora después del crimen del presidente? Tantas preguntas merecen respuestas certeras y contundentes. Suficiente daño le han hecho a la imagen de nuestro Ejército el comportamiento criminal de algunos de sus miembros involucrados en los llamados “falsos positivos”, como para que ahora se sume la participación de militares retirados en el magnicidio de Jovenel Moise, presidente de Haití.