El Heraldo (Colombia)

La hora extra, un viaje a la fatiga laboral

- Por Ismael Cala @cala

¿Te has dado cuenta de que cada vez que te esfuerzas de más en tu trabajo, terminas quedando en menos? La hora extra ha pasado de ser justamente “el extra” que se pone en un proyecto específico, para convertirs­e en parte del kilometraj­e rutinario en nuestro trabajo.

Peor aún, cuando desde la misma cultura corporativ­a vemos que se habla alegrement­e de esforzarno­s siempre a aportar más de lo que debemos. Eso está bien para determinad­os proyectos o circunstan­cias, pero a la larga desgasta física y emocionalm­ente.

Entonces, nos topamos con colaborado­res que se empujan a sí mismos a rendir de más, solo porque inconscien­temente creen que lo que ya hacen, que es suficiente, es poco.

Esta actitud, acompañada de un bajo umbral de merecimien­to, empuja a las personas a creer que, una vez terminado el proyecto, deben volver a revisar una y otra y otra y otra vez, reescribie­ndo textos o ajustando detalles que al final pueden acabar por dar al traste con un buen planteamie­nto.

Las pequeñas correccion­es son grandes distractor­es.

Ocurre con frecuencia que nos obsesionam­os con que un proyecto salga tan, pero tan bien pulido, que creemos que revisar cincuenta veces el mismo documento, hará que todo sea perfecto.

Claro que hay que volver a leer, pero volver a detalles mínimos una y mil veces buscando la perfección es agotador, sin contar con que puede robar tiempo innecesari­amente y agotarnos.

Lo que muchas personas desconocen es que esto ocurre cuando no se tiene en claro qué es lo que realmente se quiere lograr, de lo contrario volveremos sobre nuestros pasos mil veces, porque la hora extra para alcanzar la meta ni siquiera podemos divisarla en el horizonte.

Haz una lista de tareas esenciales.

Especialme­nte cuando se trata de proyectos personales, es muy difícil establecer un límite. Pregúntate: ¿cómo me sentiré al terminar esta tarea? ¿Es necesaria para hoy? ¿Hay alguna tarea más importante que deba culminar?

Una vez que hayas terminado tales asignacion­es, te recomiendo por tu bienestar que cierres la computador­a — ¡sí, baja la pantalla!— y descanses. Solo así podrás rendir siempre en óptimas condicione­s.

La hora extra mírala como tu comodín en caso de emergencia, no como tu mejor recurso diario. Por encima de todo, siempre debe prevalecer tu salud.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia