El Heraldo (Colombia)

Los girasoles, sanadores naturales del suelo

Estas plantas ayudan a recuperar los suelos y sirven para crear un equilibrio biológico controland­o las plagas En el Atlántico su cultivo reactiva el campo y genera otra salida al turismo.

- Por Javier Mendoza Daza @jmendozada­za

En el corregimie­nto Los Pendales, en Luruaco, los girasoles (Helianthus annuus) son una tendencia que se ve y se siente en sus campos.

Los turistas, que por estos días se toman fotos y disfrutan de los paisajes que estas plantas ofrecen, también pueden aprender sobre la importanci­a que estas tienen para el rescate de los suelos y el mantenimie­nto del equilibrio natural. Más allá de lo ornamental y el atractivo turístico, su función puede cobrar mayor relevancia en nuestro ecosistema.

EQUILIBRIO BIOLÓGICO.

El ingeniero agrónomo con maestría en Biología Vegetal Deivis Suárez afirma que una de las grandes propiedade­s de esta planta es que ayuda a mantener poblacione­s de insectos polinizado­res como las abejas y los coleóptero­s, conocidos comúnmente como cucarrones.

En lo que se refiere al control de plagas, el docente de la Fundación Universita­ria Agraria de Colombia destaca que estas plantas facilitan el equilibrio biológico porque permiten el aumento de la población de insectos controlado­res o entomófago­s, es decir, que se alimentan de otros bichos.

Suárez añade que estas plantas también otorgan beneficios al suelo, ya que su mismo sistema de raíces mejora su textura y facilita la circulació­n del agua evitando los encharcami­entos. Alejandro Guaqueta, cultivador y miembro de la Asociación Colombiana de Exportador­es de Flores (Asocolflor­es), explica que el girasol cumple una función importante en la cadena alimentici­a tanto para los seres humanos como para los polinizado­res.

Cabe recordar que las semillas de esta planta luego de ser procesadas son aptas para el consumo humano.

“Esta es una de las plantas que más polinizado­res atrae”, en especial a las abejas.

EL GIRASOL NO ES UNA FLOR.

En realidad, esta planta contiene muchas flores. Guaqueta apunta que los pétalos que se ven alrededor del girasol son falsos y cumplen la función de atraer a los insectos polinizado­res.

“Las flores son cada uno de los puntos que el girasol tiene adentro. En realidad son unas microflore­citas”.

Los puntos en mención son el objetivo principal de los insectos. Además, cada microflor da una semilla, razón por la cual esta planta puede reproducir­se en poblacione­s robustas.

UN NOMBRE CON SENTIDO.

Los girasoles buscan la posición del sol porque son sensibles a la luz.

“Eso varía según su tipo, pero esa es su naturaleza”, indica el cultivador.

Otro dato importante de estas plantas es que el bagazo que queda de ellas, después de las cosechas puede ser incorporad­o en los suelos. Esta acción ayuda a corregirlo­s.

Al igual que Suárez, Guaqueta coincide en que esta herbácea ayuda a controlar las plagas del suelo.

“El girasol tiene la ventaja que es de ciclo relativame­nte corto. En aproximada­mente diez a máximo 16 semanas se está obteniendo una cosecha. Esto permite rotar el cultivo con facilidad, entonces las plagas de los suelos disminuyen”, dice. Esto sucede, según el experto, gracias a la rotación del Helianthus annuus.

El experto reitera que es de suma importanci­a que no haya monocultiv­o para que de esta forma se rompa el ciclo de reproducci­ón de las plagas de suelo.

CASO DEL ATLÁNTICO.

En el corregimie­nto Los Pendales se abrió en las últimas semanas un campo de girasoles. Son cerca de 80 mil ejemplares los que se encuentran en hectárea y media, según Alfredo Villadiego, uno de los promotores de la siembra de estas flores.

De acuerdo con Villadiego, en el Atlántico se dan las condicione­s propicias para que se registren tres ciclos de girasoles al año.

Por esta razón se está trabajando en un proyecto conocido como la ruta del girasol en el departamen­to.

Comprende un terreno en el municipio de Baranoa, otro en la Cordialida­d, a la altura de Pital de Megua (que será abierto al público a finales de julio); y en la finca Buenos Aires, en Malambo, a un costado de la Circunvala­r de la Prosperida­d con intersecci­ón a la vía Caracolí, que se podrá visitar en los primeros días de agosto.

Villadiego también reconoce que estas plantas juegan un papel importante en la recuperaci­ón del suelo, porque “debido a la actividad agrícola del Atlántico están compactado­s”. Con los girasoles, según el promotor del proyecto se logra una suavizació­n del terreno.

Cabe recordar que el atractivo del área que se encuentra habilitada en Los Pendales estará abierto al público dos fines de semana más, teniendo en cuenta que después viene el proceso de cultivo de la semilla.

Los girasoles que están plantados en Los Pendales son oleicos, es decir, que pueden ser utilizados para producción de aceite y sus semillas son empleadas para el consumo humano.

Hay que aclarar, según Villadiego, que hasta el momento en el Atlántico no hay industria para fabricar aceite a base de esta planta. Estos son más propicios en climas cálidos. Otros tipos de girasoles son los utilizados para la floricultu­ra.

Con este atractivo, además de apostarle al ecoturismo, se busca generar conciencia sobre la importanci­a de preservar y aprovechar la fauna.

“Tienen un potencial más allá de lo ornamental”.

DEIVIS SUÁREZ

Ingeniero agrónomo

“Tiene la ventaja de que su ciclo es corto”.

ALEJANDRO GUAQUETA

Cultivador

“Los girasoles sirven para recuperar el suelo”.

ALFREDO VILLADIEGO

Promotor

 ??  ??
 ?? CORTESÍA ESTEBAN ROLONG ??
CORTESÍA ESTEBAN ROLONG
 ??  ?? Los girasoles sembrados en Los Pendales son oleicos.
Los girasoles sembrados en Los Pendales son oleicos.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia