Los girasoles, sanadores naturales del suelo
Estas plantas ayudan a recuperar los suelos y sirven para crear un equilibrio biológico controlando las plagas En el Atlántico su cultivo reactiva el campo y genera otra salida al turismo.
En el corregimiento Los Pendales, en Luruaco, los girasoles (Helianthus annuus) son una tendencia que se ve y se siente en sus campos.
Los turistas, que por estos días se toman fotos y disfrutan de los paisajes que estas plantas ofrecen, también pueden aprender sobre la importancia que estas tienen para el rescate de los suelos y el mantenimiento del equilibrio natural. Más allá de lo ornamental y el atractivo turístico, su función puede cobrar mayor relevancia en nuestro ecosistema.
EQUILIBRIO BIOLÓGICO.
El ingeniero agrónomo con maestría en Biología Vegetal Deivis Suárez afirma que una de las grandes propiedades de esta planta es que ayuda a mantener poblaciones de insectos polinizadores como las abejas y los coleópteros, conocidos comúnmente como cucarrones.
En lo que se refiere al control de plagas, el docente de la Fundación Universitaria Agraria de Colombia destaca que estas plantas facilitan el equilibrio biológico porque permiten el aumento de la población de insectos controladores o entomófagos, es decir, que se alimentan de otros bichos.
Suárez añade que estas plantas también otorgan beneficios al suelo, ya que su mismo sistema de raíces mejora su textura y facilita la circulación del agua evitando los encharcamientos. Alejandro Guaqueta, cultivador y miembro de la Asociación Colombiana de Exportadores de Flores (Asocolflores), explica que el girasol cumple una función importante en la cadena alimenticia tanto para los seres humanos como para los polinizadores.
Cabe recordar que las semillas de esta planta luego de ser procesadas son aptas para el consumo humano.
“Esta es una de las plantas que más polinizadores atrae”, en especial a las abejas.
EL GIRASOL NO ES UNA FLOR.
En realidad, esta planta contiene muchas flores. Guaqueta apunta que los pétalos que se ven alrededor del girasol son falsos y cumplen la función de atraer a los insectos polinizadores.
“Las flores son cada uno de los puntos que el girasol tiene adentro. En realidad son unas microflorecitas”.
Los puntos en mención son el objetivo principal de los insectos. Además, cada microflor da una semilla, razón por la cual esta planta puede reproducirse en poblaciones robustas.
UN NOMBRE CON SENTIDO.
Los girasoles buscan la posición del sol porque son sensibles a la luz.
“Eso varía según su tipo, pero esa es su naturaleza”, indica el cultivador.
Otro dato importante de estas plantas es que el bagazo que queda de ellas, después de las cosechas puede ser incorporado en los suelos. Esta acción ayuda a corregirlos.
Al igual que Suárez, Guaqueta coincide en que esta herbácea ayuda a controlar las plagas del suelo.
“El girasol tiene la ventaja que es de ciclo relativamente corto. En aproximadamente diez a máximo 16 semanas se está obteniendo una cosecha. Esto permite rotar el cultivo con facilidad, entonces las plagas de los suelos disminuyen”, dice. Esto sucede, según el experto, gracias a la rotación del Helianthus annuus.
El experto reitera que es de suma importancia que no haya monocultivo para que de esta forma se rompa el ciclo de reproducción de las plagas de suelo.
CASO DEL ATLÁNTICO.
En el corregimiento Los Pendales se abrió en las últimas semanas un campo de girasoles. Son cerca de 80 mil ejemplares los que se encuentran en hectárea y media, según Alfredo Villadiego, uno de los promotores de la siembra de estas flores.
De acuerdo con Villadiego, en el Atlántico se dan las condiciones propicias para que se registren tres ciclos de girasoles al año.
Por esta razón se está trabajando en un proyecto conocido como la ruta del girasol en el departamento.
Comprende un terreno en el municipio de Baranoa, otro en la Cordialidad, a la altura de Pital de Megua (que será abierto al público a finales de julio); y en la finca Buenos Aires, en Malambo, a un costado de la Circunvalar de la Prosperidad con intersección a la vía Caracolí, que se podrá visitar en los primeros días de agosto.
Villadiego también reconoce que estas plantas juegan un papel importante en la recuperación del suelo, porque “debido a la actividad agrícola del Atlántico están compactados”. Con los girasoles, según el promotor del proyecto se logra una suavización del terreno.
Cabe recordar que el atractivo del área que se encuentra habilitada en Los Pendales estará abierto al público dos fines de semana más, teniendo en cuenta que después viene el proceso de cultivo de la semilla.
Los girasoles que están plantados en Los Pendales son oleicos, es decir, que pueden ser utilizados para producción de aceite y sus semillas son empleadas para el consumo humano.
Hay que aclarar, según Villadiego, que hasta el momento en el Atlántico no hay industria para fabricar aceite a base de esta planta. Estos son más propicios en climas cálidos. Otros tipos de girasoles son los utilizados para la floricultura.
Con este atractivo, además de apostarle al ecoturismo, se busca generar conciencia sobre la importancia de preservar y aprovechar la fauna.
“Tienen un potencial más allá de lo ornamental”.
DEIVIS SUÁREZ
Ingeniero agrónomo
“Tiene la ventaja de que su ciclo es corto”.
ALEJANDRO GUAQUETA
Cultivador
“Los girasoles sirven para recuperar el suelo”.
ALFREDO VILLADIEGO
Promotor