Calamidad pública por la crisis del canal de acceso
El decreto fue firmado por el alcalde Jaime Pumarejo ➲ Este lunes, Dimar indicó que el calado se encuentra en 6.7 metros ➲ Avanza proceso para contratación de la draga.
la decisión del alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, busca acelerar la gestión de recursos para atender la problemática por el bajo calado en la zona portuaria El Decreto 0135 de 2021, de obligatorio cumplimiento, convoca a las autoridades competentes para hacer lo necesario con el fin de garantizar la navegabilidad en el canal de acceso.
Una crisis sin precedentes. Este martes, la zona portuaria de Barranquilla amaneció “prácticamente cerrada” debido a que el calado se encuentra en 6,7 metros.
Ante las restricciones en el canal de acceso, el Distrito declaró la calamidad pública y restringió la prestación del servicio portuario –por las graves afectaciones al servicio público esencial del transporte maritimo y fluvial–, a través del Decreto 0135 de 2021 firmado por el alcalde Jaime Pumarejo Heins.
Esta figura, que tendrá una vigencia de seis meses, tiene la finalidad de gestionar ante el Gobierno nacional las acciones necesarias para garantizar la prestación del servicio público esencial de transporte marítimo y fluvial que tiene como destino el puerto de Barranquilla.
Asimismo, contempla diseñar y ejecutar un plan de acción específico para superar la crisis de navegabilidad del canal de acceso a la zona portuaria de la ciudad, el cual será de obligatorio cumplimiento para todas las entidades públicas o privadas que deban contribuir a su ejecución.
Además permite gestionar –ante el Gobierno nacional o ante las autoridades competentes– los recursos o proyectos a que haya lugar para atender dicha declaratoria de calamidad pública y la ejecución del plan de acción específico.
La medida estuvo antecedida del aval por parte del Consejo Distrital para la Gestión del Riesgo de Desastres de Barranquilla en una reunión extraordinaria realizada este mismo lunes tras recibir una solicitud para la declaratoria de calamidad pública por parte de Asoportuaria, de acuerdo con el último mensaje de seguridad de la Dimar.
CONDICIONES ACTUALES.
Según la Capitanía de Puerto de Barranquilla, el calado se encuentra en 6,7 metros para los buques con eslora de hasta 180 metros, los cuales podrán realizar operaciones sin restricción alguna.
Para las embarcaciones cuya eslora se encuentre entre 180 y 200 metros, el calado es de 7 metros y solo se habilitan operaciones con la luz del día.
En el documento se indica que dichas condiciones corresponden a la alta sedimentación que se observa en los kilómetros 0, 5, 11 y 21. La Dimar indicó que esta situación se presenta por factores atmosféricos durante la época húmeda.
Ante este panorama, Pedro Pablo Jurado, director de Cormagdalena, aseguró que están a la espera del avance de la contratación de la draga por parte de Findeter.
“Seguimos al frente del tema, en búsqueda de la solución y a la espera de que Findeter nos informe en qué estado está el proceso de contratación para que la draga que se encuentra en Jamaica pueda movilizarse sin más demoras hacia la ciudad de Barranquilla”, explicó.
REACCIONES. El director de Asoportuaria, Lucas Ariza, indicó que existe preocupación debido a que con esta restricción se afecta cerca del 80 % de las operaciones portuarias.
“Hay por lo menos tres buques afuera esperando definiciones, si pueden ingresar con condiciones especiales. El panorama es complicado porque la sedimentación no para”, indicó.
Expuso que el llamado es que las entidades puedan acelerar su trabajo para que la zona portuaria pueda contar con una draga en el menor tiempo posible.
Para René Puche, presidente de la sociedad Puerto de Barranquilla, el panorama actual del canal de acceso es realmente preocupante.
Aseguró que los terminales de la zona portuaria de Barranquilla están prácticamente cerrados, porque con esa profundidad es poco viable que ingresen las embarcaciones: “En toda la historia del puerto jamás habíamos tenido un calado semejante y esperamos que no solo se dé una solución a la crisis actual, sino que sean de fondo”.
Expuso que es necesario que el Gobierno garantice la presencia de una draga permanente hasta que la APP sea adjudicada y el contratista tome control sobre este proyecto.
A su turno, el experto en logística Carlos González Bassi indicó que este mensaje de seguridad de la Dimar aumenta la preocupación debido a que se traduce en “más pérdidas” para la zona portuaria local, los importadores y exportadores: “Es un daño irreparable para toda la cadena logística”.
González Bassi resaltó que los desvíos de las motonaves a puertos vecinos (Cartagena y Santa Marta) alejan a Barranquilla de la competitividad y confianza que requiere el sector y resta credibilidad a una ciudad con características portuarias.
Dijo que aligerar carga representa gastos adicionales en la cadena logística, que se ven reflejados en los costos finales de los productos que dinamizan la economía.
HABLAN Congresistas. La representante Karina Rojano indicó que es primordial que se dé celeridad al proceso de contratación del dragado de emergencia para permitir que el canal de acceso cuente con las condiciones adecuadas para su operación.
“Es inaudito el bajo calado que se está presentando en el canal actualmente. Es una situación que ha obligado a desviar embarcaciones a los puertos vecinos y esto genera sobrecostos”, expuso la congresista.
Por su parte, el representante César Lorduy indicó que la crisis que se presenta en la zona portuaria fue alertada con antelación y no se tomaron los correctivos pertinentes.
“Los dirigentes portuarios alertaron, hace varias semanas, de la posibilidad de que no se encontrara una draga para el contrato de mantenimiento y se perdió tiempo”, dijo.
Fue enfático al sostener que “los resultados de la operación de la draga no los tendremos sino hasta la semana siguiente; si el calado se encuentra en este nivel no va a haber ninguna mejora antes del jueves de la próxima semana”.
Mientras que el senador Efraín Cepeda expuso que el calado actual va en contra de la competitividad de la ciudad y restringe al mínimo las operaciones del puerto.
“Esto destruye empleos. Desde hace dos semanas hemos pedido la declaratoria de emergencia y esperamos que la contratación de la draga se agilice”, puntualizó.