Falleció Germán Castro Caycedo
Periodistas y académicos resaltan el legado de Germán Castro Caycedo, quien falleció este jueves a los 81 años, en Bogotá En el periodismo y la literatura dejó un sello propio.
Para Germán Castro Caycedo en el periodismo las cosas se tenían que “decir bien y no decir primero cualquier bobada”. Este jueves el mundo de las letras en Latinoamérica se sacudió al conocerse la noticia del fallecimiento del escritor y cronista que se autodenominaba como un “juglar” de Colombia.
La noticia fue confirmada por familiares de Castro Caycedo a medios de Bogotá.
El periodista Óscar Montes, quien compartió a principios de la década de los noventa con el veterano cronista, lo recuerda como un hombre disciplinado y comprometido.
“Para mí, era el padre del periodismo investigativo en Colombia”.
Montes reseña la obra Colombia Amarga, el libro con el que intentó dejar una noción de la “endemia” de la violencia en el país en todas sus manifestaciones. “Todo el que estudie periodismo debe leer Colombia Amarga”.
Montes reitera que para él Castro Caycedo era “de verdad uno de los grandes del periodismo colombiano. Escribía con pasión”.
Le reconoce, además, su capacidad de inmersión para contar historias y detallar cada aspecto con el que lograba involucrar al lector con la narración.
En su libro Colombia
Amarga, Castro Caycedo relató una serie de testimonios contenidos en el expediente de La Ribiera, que reposaban en el Juzgado Segundo Superior de Ibagué. En este reportaje se narran sucesos escabrosos sobre el asesinato de 16 indígenas el 27 de diciembre de 1967.
El cronista, a través de su obra, fue capaz de retratar y dar a conocer el drama de la violencia política en Colombia, la dureza de la cotidianidad de los campesinos y los colonos de la región amazónica y la pobreza, desigualdad y exclusión a los que eran sometidos los grupos más vulnerables de la sociedad.
CONTADOR DE HISTORIAS.
Juan Pablo Ferro, coordinador de la Maestría de Periodismo de la Universidad del Norte y EL HERALDO, reconoce a Castro Caycedo como “una figura importantísima que nos enseñó a conocer otro país”.
Afirma que el uso de las técnicas narrativas en sus textos hacía que los lectores quedaran enganchados con las historias.
Para Ferro, el desaparecido cronista fue capaz de tender un puente entre la cotidianidad, el periodismo y la literatura.
“Es un ícono del periodismo de la segunda mitad del siglo XX en Colombia y tiene textos que de alguna manera, desde esa época, nos enseñaron muchas cosas sobre las problemáticas que deberíamos enfrentar en los años subsiguientes (…) además no tuvo pelos en la lengua para decir la verdad sobre la relación compleja entre el mundo de la droga, el espionaje y el de los intereses políticos nacionales y globales”.
Ferro agrega que a Germán Castro Caycedo hay que recordarlo como un representante de la crónica tradicional que le enseñó a los colombianos mucho sobre el país.
Desde la Fundación Gabo, Jaime Abello Banfi lamentó “profundamente el fallecimiento de Germán Castro”, a quien reconoce como un maestro del periodismo colombiano.
“En la Fundación Gabo tuvimos el honor de contar con Germán Castro Caycedo como maestro en dos talleres, ambos enfocados en el trabajo de campo para realizar periodismo escrito. Se realizaron en Cartagena, en 1995, y en Quito, en 1997”, reseñó la fundación en su cuenta de Twitter.
En diálogo con EL HERALDO, Banfi destacó que el fallecido reportero creó una escuela en Colombia y además reconoció el hecho de que logró convertir varios libros de periodismo en bestseller.
“Fue un autor literario a partir del periodismo y exaltó el reportaje”.
Según el director de la Fundación Gabo, la obra de Castro Caycedo ayudó al país a entender el surgimiento de problemas como el narcotráfico en Colombia.
VIDA DEDICADA AL PERIODISMO.
Castro Caycedo nació el 3 de marzo de 1940 en Zipaquirá, y es recordado por su trabajo como cronista durante más de 10 años en el diario El Tiempo, y como escritor de libros como El Karina, que fue traducido a nueve idiomas.
Ese libro, con el que además recibió el premio Rodolfo Walsh a la mejor obra no ficción publicada en 1999 en España, cuenta la historia de un buque que transportaba armas para la guerrilla del M-19 y que fue hundido por la Armada colombiana en el océano Pacífico el 14 de noviembre de 1981.
Justamente en la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBO), que se llevará a cabo del 6 al 22 de agosto de manera virtual con Suecia como país invitado de honor, se celebrarán los cuarenta años de El Karina.
También fue el creador y director, durante más de dos décadas, del programa televisivo Enviado Especial, en el que presentaba investigaciones y denuncias producto de su trabajo periodístico.
Castro Caycedo también obtuvo en 1997 el Prix Futura en Alemania; en 1998 el Mergenthaler-américa Latina, y en 2005 el premio de periodismo Planeta por su obra Que la muerte espere.
Entre sus publicaciones también sobresalen los libros
Mi alma se la dejo al diablo, que fue traducido a 10 idiomas, y Perdido en el Amazonas, así como Con las manos en alto, una obra en la que ahonda en episodios y vivencias de los protagonistas del conflicto armado colombiano.
El último de los 23 libros que publicó fue Huellas, en 2019, una compilación de crónicas escritas durante toda su vida, algunas de ellas inéditas, y que retratan, principalmente, lo que es Colombia.