Ellas toman la palabra
Amamantando a su bebé de 2 años, Gina Abello llegó al encuentro. Las otras participantes estaban fascinadas con la chispa de la pequeña. Este tipo de reuniones sororas le demuestran que hay mucho por hacer entre las mujeres. Abello conecta el yoga con su papel de madre. “Todas nos unimos a esta experiencia para conocernos de dentro hacia afuera. Queremos ser seres que podemos cultivar la esencia del mundo como dadoras de vida”, precisó. Hace seis meses Manuela Vélez pertenece a esta comunidad. Comenzó el año pasado de manera virtual durante la cuarentena. “Este espacio me permite encontrarme mucho más conmigo misma, permite que las relaciones entre las mujeres mejoren florezcan. Además como las mujeres representamos a la tierra permite que nos pongamos en vibración con esta”, dijo la joven que tiene un emprendimiento de una tienda ecológica de cosmética natural.
Carolina Arzolar está feliz de volver a lo presencial. “Es una actividad muy bonita donde conectamos sin juzgarnos, sin compararnos, sino que somos muy libres de soltar y decir lo que sentimos y liberar las emociones. Además nos reconocemos cíclicas y diferentes, pero con muchos aspectos en común”, afirmó.