La verdad extraditada: ¿cierto o falso?
Una de las frases que se han escuchado por cuenta de la extradición de alias Otoniel a los Estados Unidos es que sus víctimas no serán reparadas, ni habrá justicia, ni tampoco se sabrá la verdad sobre sus fechorías, ni las identidades de sus socios políticos. Nada más falso. Alias Otoniel podrá contar en Estados Unidos lo mismo que podría contar en Colombia. Ni una coma más, ni una coma menos. Son numerosos los congresistas colombianos que han visitado a presos colombianos en cárceles de Estados Unidos para conocer su versión sobre distintos hechos. Los nombres más conocidos son los de Piedad Córdoba e Iván Cepeda, entre otros. Pero, además, los acuerdos de colaboración entre la Justicia estadounidense y la colombiana no solo permiten el intercambio de información, sino también interrogatorios y recolección de pruebas sin ningún tipo de restricción. De manera que es un sofisma decir que al ser extraditado, las víctimas de ‘Otoniel’ se quedarán sin saber la verdad. Ese sofisma le funciona muy bien a los candidatos opositores al gobierno en estos tiempos electorales, en especial a Gustavo Petro, pero carece de sustento real. Lo que sí es cierto es que en una celda de Estados Unidos, ‘Otoniel’ no podrá mover los hilos para presionar testigos, comprar autoridades y manipular información. Tampoco podrá fugarse, como seguramente hubiese ocurrido de permanecer en Colombia. Los socios políticos de ‘Otoniel’ tampoco podrán dormir tranquilos, menos ahora que está en Estados Unidos. Allá está protegido, mientras que acá su vida corría peligro. Desde allá puede rendir testimonio –con pruebas, eso sí– contra sus antiguos socios políticos, sabiendo que nada le pasará, mientras que acá nadie garantizaba su supervivencia. De manera que tampoco es cierto el cuento ese de los opositores del gobierno, según el cual ‘Otoniel’ guardará silencio en Estados Unidos.