¿Un paro armado sin Ley? ¿Dónde están las autoridades?
Tanto el Ejército como la Policía Nacional tienen la mejor oportunidad para despejar todas las dudas relacionadas con la supuesta existencia de listas de altos oficiales de ambas instituciones en la nómina del Clan del Golfo. Esa versión alimentada con perversidad por opositores al gobierno, debe ser desmentida –con hechos contundentes– por las autoridades militares y de policía. ¿Cómo? La mejor forma de hacerlo es restableciendo el orden público alterado por cuenta del paro armado y propinándoles golpes certeros a la cúpula de esa organización criminal. Los sucesores de ‘Otoniel’ también deben caer, ya sea capturados o abatidos. No es hora de tibiezas por parte de nuestros hombres de la Fuerza Pública. El Clan del Golfo no puede pretender imponer su ley en el territorio nacional y en especial en la Región Caribe, donde –sin duda– tiene gran influencia. Que sepan los integrantes de la Fuerza Pública que en su lucha contra las organizaciones criminales tendrán siempre el respaldo de la inmensa mayoría de los colombianos, que queremos vivir en paz y no sometidos a la voluntad de los violentos. Y que sepan también quienes por puro cálculo político y electoral hoy celebran las acciones de las organizaciones criminales –creyendo que le hacen daño al gobierno de Duque– que a la hora de combatir a los criminales no puede haber ningún tipo de división. No hay “criminales buenos”, sencillamente porque todos hacen daño a la sociedad.