Un Junior desatinado pierde en Tuluá
Ya clasificado en la Liga, ‘el Tiburón’ perdió 1-0 ante Cortuluá La alineación y los cambios se hicieron pensando en próximos desafíos
Ya clasificado, sin puntería en ataque y con la mente totalmente puesta en lo que viene, Junior perdió 1-0 ante Cortuluá, ayer en el estadio 12 de octubre, en el municipio vallecaucano, en la penúltima jornada de la Liga. El experimentado delantero samario Luis Carlos Ruiz anotó el único gol del partido a través de una gran definición.
Junior estaba con la cabeza en otro lado. No por las desacertadas definiciones de Edwuin Cetré (2), Fernando Uribe y Carmelo Valencia en clarísimas opciones de gol, más que todo por la alineación y las cinco sustituciones. Los rojiblancos, ya clasificados desde la fecha anterior a los cuadrangulares semifinales de la Liga, no salieron a caminar la cancha y a marcar de vista, pero es innegable que la derrota 1-0 ante Cortuluá, ayer, en lo que queda del estadio 12 de octubre (necesita una refacción en grama y tribunas), se presentó con el cuerpo técnico y los jugadores mirando de reojo y pensando en la serie de octavos de final de la Copa Colombia ante Santa Fe, la Copa Sudamericana y la siguiente fase liguera.
Todo, formación y cambios, se hizo en función de lo que viene en las tres competencias. Aún así, el conjunto caribeño se pudo traer más que su séptima derrota de visitante, pero los desatinos a la hora de la estocada final y una pifia arbitral, dieron al traste con el resultado.
Junior debió empezar ganando el juego en un rebote que Fernando Uribe transformó en gol tras una fallida definición de Edwuin Cetré. Sin embargo, el asistente uno Yohan Peña (Tolima), se apresuró a levantar la banderola señalando una posición adelantada del extremo vallecaucano que realmente no existió.
Errada e injusta decisión arbitral que frustró la posibilidad de poner el marcador y las circunstancias a favor de los rojiblancos.
A los dirigidos por Juan Cruz Real les costó demasiado juntarse, hilvanar y redondear jugadas ofensivas. De hecho, no se volvió a acercar con peligro al arco de Ernesto Hernández hasta el minuto 29 cuando Uribe mandó a las nubes un buen centro de ‘Cariaco’ González.
Un Cortuluá correlón e intenso incomodaba y enredaba los planes de ataque del ‘Tiburón’, que en medio de sus intermitencias creativas y escasez de situaciones de gol, el local pegó primero. Hugo Palacios, uno de los que más inquietó a los rojiblancos, se le fugó por izquierda a la guardia de Didier Moreno y Fabián Ángel, habilitó a Luis Car- los Ruiz, que venía pitando como un tren por el centro, recibió, se coló en medio de los defensores y definió con un amague y un toque su- til por encima de Je erson Martínez.
Ley del ex en todo su esplendor. El samario, dos veces campeón con Junior en 2010 y 2011, no quiso celebrar y hacía un gesto de disculpas. A pesar del pleito jurídico que ha sostenido con el equipo en los últimos años, le sigue guardando respeto y afecto.
Ruiz, Palacios y el barranquillero Juan Diego Lobo le dieron problemas a Junior y generaron faltas y acercamientos.
‘Cariaco’ González era el más activo en el ataque visitante, pero hizo una de más en una jugada nítida que se le presentó en el tramo final de la etapa inicial.
Aunque en el segundo período, Lobo casi grita un gol de cabeza en el primer minuto, Junior mejoró con el ingreso de Carlos Esparragoza en lugar de Didier Moreno.
El volante barranquillero brindó una elaboración más efectiva. Se elevó la posesión y la profundidad. Aumentaron las opciones de gol, pero se mantuvo la mala definición. Uribe, Cetré, ‘Cariaco’ y Carmelo Valencia, que entró después despilfarraron, acciones mano a mano con el cancerbero Ernesto Hernández.
El veterano guardameta argentino también es culpable del silencio de la artillería juniorista, pero realmente hubo más error de puntería que virtud en el escudo.
Junior estuvo más lejos de dar en el blanco con los tres cambios que Cruz Real hizo después. Pensó más que todo en que Hinestroza y Fuentes buscaran las amarillas que necesitaban para cumplir sanción en la jornada 20 y entrar limpios a los cuadrangulares semifinales.
Las circunstancias de partido no pedían las sustituciones. Junior dominaba y llegaba con riesgo, pero a partir del ingreso de los dos titulares habituales y Carmelo Valencia, el equipo perdió el orden, la penetración y el entendimiento que había mostrado en la primera parte del segundo tiempo. No por los nombres de los que ingresaron en sí, sino por las modificaciones de esquema y funcionamiento que ello generó.
La oportunidad de gol que despilfarró Carmelo, tras error de la defensa anfitriona, fue lo mejor de Junior después de los tres cambios.
Cortuluá se esforzó por mantener la ventaja y salió airoso ante un Junior que finalizó desdibujado e impotente en un partido que le dio poca importancia. Ya la cabeza está en otra parte. En la Sudamericana, en la Copa Colombia y en las semifinales de la Liga.