PROgreso social
El pasado 5 de mayo se realizó el gran encuentro de la Red Pro, la cual está conformada por las entidades regionales Probarranquilla, Proantioquia, Probogotá, Propacífico, Prosantander y Prorisaralda, con el fin de discutir sobre su contribución al progreso social de Colombia. Inspirados en Compromiso Valle, una iniciativa regional liderada por Propacífico, anunciaron la creación de Compromiso PRO, el cual busca movilizar a empresarios, emprendedores, academia y líderes sociales, con el objetivo de contribuir al empleo de jóvenes y mujeres, a la seguridad alimentaria, al impulso de emprendimientos y al fortalecimiento de liderazgos sociales.
Esta y otras iniciativas, con el mismo espíritu, que se han venido desarrollando en Colombia, evidencian que muchas empresas del país han emprendido un camino para ir más allá de su contribución natural al desarrollo a través de la generación de empleo, y más allá de sus estrategias concretas de sostenibilidad y de impacto a sus grupos de interés, con el fin de aportar, junto al sector público, soluciones a esa población que está sumida en la pobreza y por ende excluida en todos los niveles, ya que el sistema no los jalona por más de que haya crecimiento económico. Como sustento a esta afirmación, el Índice de Progreso Social (IPS) publicado este mes, evidencia que en Colombia el progreso social no depende necesariamente del bienestar económico de las ciudades.
Es fundamental la compresión por parte del próximo presidente de Colombia y del empresariado colombiano de que el sector público por sí solo es incapaz de solucionar los profundos problemas sociales del país (ni siquiera en un país como EE. UU.), y que para ello, es imperativo el involucramiento directo de las empresas en la solución de estos como parte de su responsabilidad extendida; además, porque estos mismos problemas se traducen en inestabilidad y falta de competitividad para el país y las regiones que sin duda afectan el desempeño de los negocios. Para que el sector empresarial pueda tener este nivel de incidencia, es vital que se garanticen las condiciones y libertades para su efectivo desarrollo y crecimiento.
Para la gestión e incidencia del sector privado en la situación de alta vulnerabilidad que vive gran parte de la población colombiana, es fundamental la creación de plataformas de diálogo e intervención a nivel local/ regional entre los empresarios y gremios en donde también participe el sector público, el cual juega aquí un rol preponderante compartiendo con los empresarios el mapa de las problemáticas sociales concretas identificadas en el territorio a impactar. De aquí deben salir necesidades priorizadas y estrategias tanto de asistencia como de desarrollo productivo.
Actualmente la comunidad internacional ha puesto los ojos en Colombia con motivo de la crisis migratoria, lo cual pone al empresariado frente a la oportunidad de movilizar importantes recursos para la integración de migrantes y a su vez de población vulnerable local. De la mano del sector público, el sector privado puede contribuir a hacer de la migración una oportunidad de desarrollo social para el país.
Un sector privado que asume, junto con el sector público, su responsabilidad con las poblaciones vulnerables y que cuenta con las libertades para que esto sea posible, es la única vía para el progreso social.