El Día E - 29M
Aquí estamos cuatro años después, nuevamente eligiendo presidente. Esta vez, la evidencia recogida por las encuestadoras indica que quien más tiene probabilidades de llegar a la Casa de Nariño es el populista Gustavo Petro, será el más votado en primera vuelta. Incluso quienes no somos simpatizantes del ex-m19 necesitamos ir haciéndonos a la idea de que su gobierno convertirse en una realidad próximamente. Al final, estamos en democracia, en esa “tiranía de las mayorías” que a veces nos satisface y tantas otras veces no. Fico, Fajardo, Rodolfo, ¿deben darse por derrotados?; absolutamente no, pero sí que es cierto que los profesionales que nos dedicamos a analizar encuestas y sondeos, no podemos negarnos a lo evidente que muestran esas fotos hoy (aunque puedan variar mañana).
Y si bien en política semanas pueden ser años, el “Día E” está a la vuelta de la esquina, se viene una quincena en la que la mayoría de campañas harán la inyección más alta de recursos, se agudizarán los ataques desde todos los frentes, y se buscará cautivar a cualquier indeciso que ande por ahí. De hecho, según Cesar Caballero (Director de Cifras y Conceptos) hay un significativo porcentaje de colombianos que decide su voto justo cuando está en la urna. Es decir, seleccionan el vestido para la fiesta electoral pocos minutos antes de atender a ella. Así que no es extraño que todos los candidatos redoblen esfuerzos con sus equipos en las últimas horas.
La gran incógnita para quien procuramos por un orden Estatal e institucional estable es el rol de la Registraduría. O mejor dicho del Registrador. Su papel en las legislativas fue lamentable y causa pavor que algo similar ocurra en la primera vuelta que estamos por vivir. ¿Qué correctivos se han tomado?; ¿Qué garantías hay?; es que no hemos observado ni un mea culpa público del funcionario. Sería tenebroso que en una contienda tan caliente que ha sido excesivamente prolongada seamos testigos de focos de ilegitimidad. Ningún aspirante a presidente quiere ese escenario, nadie pretende ser el hombre que rija los destinos del país en medio de cuestionamientos de corrupción electoral.
Los políticos trabajan por cambiar las encuestas. Cada día. Cada hora. Cada minuto. Así que ese cuento de “tal encuestadora se pifió”, es no entender bien la dinámica. La imagen final suele parecerse a la que se predice, pero no hay forma de que sea igual. Eso no debe ser esperado ni por analistas, ni académicos, ni audiencia en general. Lo que sí es indudable, es la marcada tendencia de Petro como ganador y la creciente consolidación de Fico como alternativa. Desafortunadamente, Sergio Fajardo no cuajó. Algo pasó. Él y su equipo tendrán que hacer largas sesiones de autocrítica si quieren seguir siendo una opción sólida para dentro de un periodo. Rodolfo por su parte, me permito asegurar que en su ortodoxia desperdició su gran oportunidad de vida como actor político, con una campaña más elaborada pudo llegar cautivar a las multitudes.
La segunda vuelta sigue en juego, el marcador vuelve a comenzar, no diría yo que desde cero; pero sí le dará un nuevo aire al rival de Petro. Tenemos evidencia para asegurar que será Fico. Habrá que ver con quién se terminan decantando todos aquellos que en primera no consideran a ninguno de los dos como opción. Allí está la clave. Correr ahora escenarios estadísticos de esa batalla final es arriesgado, porque mucho puede cambiar. Así que lo pertinente es esperar a que pase la primera, para luego volver a medir. Intentar jugar a la bola de cristal antes, puede conducir a errores.