¿Y los paraderos, qué?
Se acerca el día de uno de los cambios más importantes y positivos para la movilidad de todos aquellos que utilizan el transporte público en la ciudad, ese día será cuando se inicie el novedoso sistema del “Sibus” que está implementando el Área Metropolitana y los transportadores locales de buses urbanos en un proyecto bien manejado en el que se ha logrado la integración ideal del estamento público con los empresarios privados, como deberían ser todos los proyectos. Cuando se consolide el sistema “Sibus” los conductores no recibirán el valor del pasaje en cash, sino que como en toda ciudad moderna, los usuarios utilizarán tarjetas recargables, como sucede hoy con el Transmetro, aunque inicialmente se ha dispuesto de un período de adaptación porque no resulta conveniente un cambio total, de un día para otro.
Cuando el “Sibus” esté implementado se supone que como sucede hoy con Transmetro, se acabarán las peligrosas carreras entre conductores, así como el desesperante “ratoneo”, ambos para lograr más pasajeros. Si eso no será así, entonces, sería muy conveniente que el gerente del Área Metropolitana explicara a los barranquilleros los positivos cambios que generará el sistema “Sibus” a la movilidad vehicular en la ciudad, y cómo lo logrará, porque hoy los conductores de buses son causantes de peligrosas afectaciones en el tráfico local.
Un punto clave que no se ha tocado en ninguna de las noticias acerca del sistema “Sibus”, y es el que más afecta el tránsito de la ciudad, es el que tiene que ver con la arraigada costumbre de recoger pasajeros en cualquier sitio en los que estos alcen la mano, y dejarlos en el punto preciso en que estos desean, así que los poquísimos paraderos son más que todo para exhibir publicidad y resguardarse a medias cuando llueve, comportamiento propio de ciudades desordenadas y sin autoridad que deberemos cambiar ahora que Barranquilla se está transformando con proyectos importantes. Lo que sucede es que las obras civiles o proyectos como el “Sibus”, deben ser complementados con programas que logren también la transformación del comportamiento ciudadano. Si no, seguiremos mostrándonos como un pueblo inculto con poco respeto por las normas y con el prójimo.
En todo recorrido de bus urbano las empresas transportadoras definen las ubicaciones de sus paraderos, los cuales son aprobados por la autoridad competente. Una propuesta que he presentado en reiteradas ocasiones ha sido la de dotar cada uno de esos puntos de parada con sencillas pero funcionales bancas que pueden ser financiadas con publicidad, acompañada cada una con una señal de Parada y una caneca para basuras menores, no para ser ubicados en sitios estratégicos para la publicidad, sino en todas las paradas de la ciudad, iniciando el proyecto con las señales de Parada y las canecas. Y sé que lo anterior es posible lograrlo, porque hace más de 40 años, con mi empresa “Reno”, doté 230 paradas de buses con bancas publicitarias, idénticas a las tradicionales americanas, cuyas primeras 100 las importé de USA, y funcionaron muy bien. Con estos elementos se les generaría comodidad y se mejorarían los hábitos de los usuarios, se organizaría más el tráfico si solo se obedecieran esos puntos para recoger y dejar pasajeros, se aliviaría el trabajo del conductor, y se consumiría menos combustible. Un gana-gana sin grandes inversiones que debería implementarse desde el inicio del “Sibus” para que el cambio sí beneficie a todos.