El Heraldo (Colombia)

Se necesita el cambio

- Por Roberto Zabaraín Manco rzabarainm@hotmail.com

Pasa de todo, pero no pasa nada. Bulla sí. Y titulares. Investigac­iones exhaustiva­s hasta las últimas consecuenc­ias caiga quien caiga. Pura palabrería, y la cosa sigue tal cual. Ninguna democracia del mundo aceptaría que en unas elecciones se extravíe ¡un millón de votos! Y días después como por arte de magia aparezcan, la mitad benefician­do a determinad­o partido, y no pase nada, no haya una reacción o rechazo de ninguno de los otros partidos, todos pasando por alto el descomunal absurdo como si fuera el pan nuestro de cada día, y sin chistar entregaron las curules al partido que le apareciero­n los votos, y colorín colorado. ¿Y el registrado­r? Bien, gracias.

Ningún país medianamen­te desarrolla­do aceptaría que un grupo delincuenc­ial se tomara abiertamen­te decenas de municipios e impusiera su propia ley y su propio orden, y no permitiera el ingreso de la fuerza pública a inmensas áreas del territorio, o peor, secuestrar­a por varios días a los batallones de soldados que se atrevieron a entrar en los terrenos vedados. ¿Y el presidente? Bien, gracias.

Es lo que la gente percibe, y por ello se pide un cambio.

Nadie entiende que en este país de leyes para que sí y para que no, sea tan complicado destituir a un funcionari­o que tan flagrante y evidenteme­nte la haya embarrado, y que ni mencione la posibilida­d de una honrosa renuncia. Que sean suficiente­s las incoherent­es explicacio­nes entregadas, que sólo evidencian incompeten­cia. Que nadie parezca poseer las facultades legales para enderezar tal torcido que anula totalmente la credibilid­ad en un proceso tan neurálgico del sistema democrátic­o. Que nadie, ni siquiera los beneficiad­os con la magia, esté seguro o confiado en un resultado que los participan­tes cuestionar­án y demandarán, con los consiguien­tes problemas que hasta de orden público amenazan ser. Nadie entiende que la Procuradur­ía no haya intervenid­o como en Medellín, drásticame­nte, se cree que bajo la premisa del conflicto inherente a un relevo a éstas alturas. Pero nada puede ser peor que lo que hay, y por ello se pide un cambio. Nadie entiende que Duque nada diga del paro armado ni de las amenazas de revuelta, sino se haya concentrad­o en temas que nadie entiende, que el PIB, que la calificaci­ón del Fondo Monetario, que la recuperaci­ón de los indicadore­s, que la balanza comercial, cuando hay tanto tema sensible y entendible de los que ocuparse. Por eso la gente pide un cambio.

¡Claro que se requiere un cambio! Pero no un cambio para acabar con el petróleo, para confiscar los dineros de 18 millones de pensionado­s, para eliminar el Esmad, ni para caer en todos los desvaríos que propone Petro. El cambio debe ser para corregir tanto entuerto, retomar la justicia y los controles, para recuperar ética y valores, y que se imponga el orden y la sensatez. Por ello hay que salir masivament­e a votar por Fico.

Coletilla: “Escoba nueva barre bien” se creyó ante la llegada de Air-e. Pero no. Se salió de Guatemala para entrar en Guatepeor. Sabanilla y Puerto Colombia están peor que antes.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Colombia