Petro, ¿cambio en segunda?
El tristemente célebre video del alcalde sancionado de Medellín, Daniel Quintero, en el que anunciaba un “cambio en primera”, en alusión abierta y descarada a favor de Gustavo Petro, terminó por costarle la separación temporal del cargo por orden de la Procuraduría General. Y aunque desde el asfalto, Quintero y varios exmiembros de su gabinete siguen haciéndole campaña a Petro, todo parece indicar que el triunfo no será en primera vuelta, como anunciaba Quintero, ni tampoco está garantizado que sea en segunda. Una de las mejores definiciones de Petro la hizo Felipe López Caballero en la Revista Semana: “Es un populista de izquierda, pseudointelectual, elocuente y sofista. No es un lobo con piel de oveja, sino un lobo con piel de lobo”. Y es que casi todo el discurso de Petro –por no decir que todo su discurso– mete miedo no solo a los empresarios y a los industriales, sino también a una clase media que lucha por sacar adelante sus pequeños negocios, quienes lo único que necesitan es estabilidad y reglas de juego claras. Igual piensan empleados del sector petrolero y carbonífero, cuyos días estarían contados en un eventual gobierno de Petro. Ninguno de ellos está preparado para temblores, ni mucho menos tsunamis económicos. El discurso de Francia Márquez, fórmula vicepresidencial de Petro, es menos tranquilizador. El temor de “un salto al vacío” durante un eventual gobierno de Petro y Márquez aterra a empresarios quienes, en algunos casos, aún teniendo poco, tienen mucho que perder.