Peregrinación da inicio a homenaje a monseñor Tamayo
El acto se realizó en el Morro en la mañana de este sábado. Este 24 de mayo será el tributo al religioso.
Fue un sábado de emociones a flor de piel para los feligreses y admiradores de monseñor Víctor Tamayo Betancourt, obispo auxiliar emérito de Barranquilla. Ellos lograron gozar de su presencia luego de un largo tiempo en el que el presbítero no participaba de este acontecimiento.
El Santuario Mariano de Nuestra Señora del Morro, en el municipio de Tubará, fue el sitio escogido para que los fieles asistieran al encuentro religioso. Estaban aquellos quienes por hábito poseen realizar cada sábado una visita al lugar sagrado y otros que fueron motivados por la participación de monseñor Tamayo.
Desde las 6:00 a. m., la comunidad se preparó para iniciar con una peregrinación que transcurrió desde la cancha del corregimiento. Un total de 1.5 kilómetros montaña arriba fueron recorridos por los feligreses que atravesaron un ramillete de trinitarias para llegar a la cima, donde se preparaban para rezar el Santo Rosario.
Posterior a ello se celebró una eucaristía que era esperada por todos, ya que, fue presidida por monseñor Víctor Tamayo en una de las estructuras sagradas en las que intervino para su construcción. Fue así como el 6 de marzo de 1999, el obispo le dio vida a la primera romería del lugar. En diálogo con EL HERALDO, el presbítero manifestó su satisfacción ante el reencuentro necesario con los fieles y el Santuario.
“Me siento feliz aquí en el Santuario, que es un lugar tan bello que nos invita a estar con la Virgen y hay que darle gracias a Dios y manifestar así su maravilla en la vida de nosotros. Es bondad de la gente que ha respondido con afecto a cada llamado. Yo he querido volver a estar cerca de ellos”, dijo monseñor Tamayo.
A su vez, recordó la época en que prestaba servicio sacerdotal en la Catedral Metropolitana María Reina y su trabajo espiritual.
“Es un trabajo constante y bello cuando estuve en la Catedral, respondiendo siempre con alegría y manifestamos ese don que Dios nos dio entregando a la gente y hoy estar celebrando a la Virgen y manifestarle a la gente la gracia de Dios a través de esta morada que ella ha escogido”, indicó.
También agradeció el homenaje que en su nombre está siendo realizado como respuesta a su entrega fraternal y ayuda constante.
“Es un agradecimiento profundo porque es un don que uno no merece, pero que la gente lo va dando y nosotros vamos viviéndolo con amor”, expresó.
La misa estaba a punto de vivirse y en medio de aplausos, los fieles demostraron su emoción y con fervor festejaron su llegada. Con el mar al frente, en el Santuario se vivió con regocijo una nueva congregación religiosa.
Zuleimi Aristizábal fue una de las peregrinas que se trasladó desde Barranquilla para ser partícipe del momento en el que expuso sus motivaciones y agradecimientos, mientras recordaba cuando monseñor Víctor Tamayo bautizó a su hijo en 1994, momento en el que se le erizó la piel.
“Siempre trato de venir al Santuario. Es muy bonito lo que le están haciendo y eso también me motivó a venir. Se me eriza la piel de recordarlo. Es de agradecerle mucho, es muy humilde, ayuda mucho a las personas”, dijo.
Cinco sacerdotes lo rodearon en la eucaristía, donde aprovecharon para expresarles sus mensajes de cariño.
Uno de ellos fue el sacerdote Jaider Lázaro Avendaño, actual rector del Santuario Nuestra Señora del Morro. “Hoy es un día para agradecer porque muchos de nosotros vemos en él un modelo de fe, de espiritualidad y de trabajo. Encontrarse otra vez con el pueblo es la mejor forma de homenajearlo”, sostuvo.