¿Establecimiento derrotado?
El establecimiento, o como se conoce por su anglicanismo el “establishment”, en política es esa élite o conjunto de ellas que maneja un territorio. Que a veces sin nombre propio están presentes en todas las decisiones fundamentales que se toman. En las elecciones del domingo, se dice de manera rápida que fueron derrotados, pero considero que eso es sacar conclusiones muy a la ligera. Este grupo de poderosos sabe mutar, transformarse, y especialmente: reencarnarse.
Son el poder tras el poder. Y es cierto, la mayoría de ellos apoyaba al candidato antioqueño Federico Gutiérrez, pero ahora sin posibilidades, de seguro darán un salto a alguna de las dos opciones que siguen con vida. Se repartirán entre ambas, sin pudor ideológico. Ambos contrincantes afirmarán hasta el cansancio ser la opción del pueblo y no estar acompañados por ellos. Será incluso interesante observar cómo se camuflan.
Por otra parte, de los partidos políticos se viene diciendo, desde que tengo consciencia electoral, que llegaron a su fin. No es cierto. Al menos no por ahora. Siguen con fuerza o es que acaso ustedes no fueron testigos de sus abultadas cifras en las elecciones al Congreso. Lo que sí es verdad, en cambio, y sería preciso de afirmar, es que en nuestro país las colectividades partidistas han envejecido mal, cuentan con unos lideres retardatarios y desconectados de las audiencias. Ni es su muerte ni este es su final, aunque si quieren seguir contando con fuerza en las votaciones uninominales (presidencia, alcaldía y gobernación) que suelen tener una mayor participación de votos de opinión, y que son decisivas, necesitan modernizarse, pero de verdad.
Las redes sociales han cambiado la forma de hacer política, decir eso no es ni novedoso ya, de hecho, es una idea bastante trillada a estas alturas. Las colectividades no han puesto pies firmes en estas plataformas y eso hace que cualquiera se les pueda colar. El domingo lo hizo Rodolfo. O comparen el video de auto propaganda de Germán Vargas Lleras (a quien considero uno de los políticos más avezados) con la música de El Guerrero de fondo versus la pieza de La
Guaracha, de Rodolfo. El establecimiento no ha querido entender que la gente esta consumiendo insumos diferentes para decidir su voto.
Hoy los canales son otros, la mentira desafortunadamente cotiza al alza, más que la libra esterlina. Las noticias falsas abundan. Los personajes carismáticos que eclipsan sociedades son capaces de hacerlo a punta de un trino en Twitter. El establecimiento colombiano ha demorado en comprenderlo y, sobre todo, en asumirlo y aplicarlo. Pero les garantizo que lo harán. Porque el poderoso lo es, porque no abandona la búsqueda del poder.