Las desviaciones afectan caudal del río Guatapurí
Se inició un proceso sancionatorio por parte de Corpocesar.
VALLEDUPAR. El más reciente caso de desviación del cauce del río Guatapurí ocurrió sobre la derivación de la acequia La Petaca, donde las autoridades encontraron una retroexcavadora sacando material de arrastre, al parecer para darle mayor profundidad para que el caudal fuera mayor, y tener más agua presuntamente para actividades agrícolas.
El hecho quedó en evidencia, luego que ambientalistas y comunidad dieran aviso a la Corporación Autónoma Regional del Cesar, cuyos funcionarios se trasladaron al sector con el acompañamiento de la Policía Ambiental, encontrando en flagrancia la máquina sobre el lecho del río, actividad que fue suspendida de inmediato, mientras que se inició un proceso sancionatorio contra el responsable.
“Es lamentable que todavía algunas personas sigan prefiriendo su bien particular sobre el común, como es el servicio ecosistémico que presta el río Guatapurí; recibimos la denuncia e inmediatamente ordenamos la visita al sitio donde encontramos la retroexcavadora en flagrancia, dando paso a una investigación para establecer las sanciones que correspondan”, indicó el director de la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Jorge Luis Fernández.
Indicó que “la oficina jurídica se encuentra haciendo lo pertinente, ya hay un informe técnico que puso en evidencia la infracción ambiental, y se tiene identificado al responsable de esta desviación no otorgada; todo entra en un proceso, y se informará sobre las sanciones pertinentes”.
Desde Sabana Crespo, en la Sierra Nevada de Santa Marta, hasta la carrera cuarta, a un costado del perímetro urbano de Valledupar, el río Guatapurí tiene unas 148 concesiones autorizadas. Esto sin sumar los canales que irregularmente se hayan hecho, de los cuales la autoridad ambiental no tiene certeza de su existencia.
El registro que tiene Corpocesar es de los usuarios que tienen concesión, dado que es difícil establecer a lo largo del mismo cuántas canalizaciones de manera arbitraria se han hecho en la extensa ladera desde las montañas hasta la parte baja en esta capital.
No obstante, lugareños han advertido sobre la presencia de trabajadores de fincas que con piedras fabrican murallas para llevarse el agua hasta los predios, especialmente para garantizar el riego de las siembras de arroz en la zona norte de Valledupar.
“Ahora cuando volvieron las lluvias no se notan tanto los desvíos, pero es triste ver cómo en época de sequía, se llevan el agua del Guatapurí a través de canales”, dijo un comerciante a la ribera del afluente.